miércoles, 31 de julio de 2013

EL ANDÉN DE LA ESTACIÓN





         El vestíbulo de la estación más antigua del suburbano madrileño, la de Sol, hacía muchos años, había sido el lugar en donde se produjo su despedida. Tuvieron una relación amorosa muy intensa; las circunstancias; habían hecho que se produjese la separación. Roberto fue destinado a Francia por cuestiones de trabajo y Luisa no podía acompañarlo pues además de no estar casados, ella era el sustento de su familia desde la muerte del padre.
         Roberto le prometió que le escribiría asiduamente y que al cumplirse el año de su marcha, volvería para visitarla aunque después hubiese de volver a marcharse.
         Luisa todos los días, esperaba ansiosa la llegada del cartero, pero era en vano, nunca tenía carta de Roberto. Esas deseadas cartas no llegaban por más que ella las aguardase. Pasaban días, semanas y meses, pero noticias no llegaban. A pesar de no tener noticias, ella seguía pensando en él como el primer día. Se cumplió el primer aniversario de la marcha y Luisa como loca, acudió al sitio en donde se despidieron. Fue inútil, esperó varias horas pensando que le daría la sorpresa y allí se presentaría.
         Nada más decepcionante que esa espera. Allí se mantuvo en pie firme hasta que cerraron las puertas de acceso y hubo de marcharse. A partir de ese día, acudía sin falta con la esperanza de encontrarlo y que le dijese que se había equivocado de fecha.
         La línea de metro en la que debía llegar era la línea número uno que la tomaría en Atocha y se debería apear en Sol; por eso, decidió entrar en el andén en donde suponía que Roberto debería dejar el convoy y se sentó en uno de los bancos, desde allí, observaba a todos los viajeros, sobre todo los que veía llegar con una maleta. Llegó a pensar en si no le reconocería después de tanto tiempo, pero solo tenía una obsesión; ver llegar al amor que se marchó y con él se llevó su corazón. Esta operación la repetía a diario, dejó trabajo, familia etc., etc. y solo se dedicó a esperar.
         Tanto tiempo permaneció esperando, que ya los viajeros de diario la consideraban como algo más del mobiliario del andén. Ese andén sobre el que ella se había aposentado y del que no se movía jamás. Un día los empleados del suburbano, la vieron en tan mala situación, que llamaron a una ambulancia y el resultado fue que la ingresaron en un siquiátrico. En el hospital aún estando bien atendida, se la veía sentada al sol en un banco, siempre consultando su viejo reloj, aquel que se paró el día en que su amor se marchó para no volver y con el que se llevó su corazón.

         PILAR MORENO 12-7-2013

viernes, 26 de julio de 2013

TIERRA SIN AIRE



         Aquella mañana, Leroy, salió a correr por el parque como venía haciendo varios años. Estimulaba todo su cuerpo aquella carrera tanto con frío como con calor. Al regresar a su casa siempre se daba una buena ducha con agua tibia, tomaba un café y se dirigía feliz a su trabajo. Sin embargo, ese día tenía el presentimiento de que no iba a ser un día corriente, algo en su interior le hacía sentir inquieto.
         Al apearse del suburbano en su estación, anduvo unos cuantos metros y de pronto vio un remolino de personas. Curioso se acercó y pudo comprobar con gran sobresalto que era su propio jefe el que yacía tirado en el suelo. Había sufrido un infarto. No podía ser, el Dr. Conrad no podía morir era su mentor; el hombre que lo había sacado de la Cuba opresora y le había enseñado todo lo que sabía. Era la mejor persona que había conocido, había tenido fe en él y le había dado un sitio en su hospital para que ejerciese la profesión médica que con tanto trabajo había estudiado en su país. 
         En lo que llegaba la ambulancia, Leroy no dejaba de pensar que sería de él. Presto se subió con él y se dirigieron rápido al hospital. Los enfermeros, nada más subirlo a la ambulancia, lo entubaron y le aplicaron los primeros auxilios con gran presteza. Nada más llegar, se dirigieron a quirófano y le operaron obteniendo un gran éxito. Leroy intervino en la operación aunque muy nervioso.
         Una vez que el Dr. Conrad salió de aquel incidente, agradeció a todo el mundo las preocupaciones y las atenciones que para con él habían tenido, especialmente con Leroy al que realmente tenía como un hijo.
         Leroy, era el que realmente estaba agradecido de que el Dr. Conrad hubiese sobrevivido pues en aquel hospital, todavía no llevaba el tiempo suficiente como para conservar su puesto, ya que todavía no había aprobado la oposición que debía celebrarse para obtener una plaza fija. De no estar amparado por su mentor, era muy posible que tuviese que volver a Cuba su país natal, allí sí, tenía sus raíces, pero era muy posible que en lugar de ser un buen especialista, se viese obligado a ejercer una medicina rural sin medio alguno, que aunque muy necesaria, era tan precaria, que carecía de los medios más elementales para poder salvar vidas en las condiciones pertinentes. Eran ancestrales los recursos con los que allí se contaba y él en su interior, sabía que no había estudiado con tanto esfuerzo para  no poder  ejercer debidamente su profesión por falta de elementos.
         Cada vez que pensaba en su tierra, la miseria, la pobreza, destrucción, abandono y todo lo que allí estaba ocurriendo, sentía que aquello era en realidad peor que un desierto. Era esa tierra sin aire en la que era imposible respirar, en la que los pulmones cada vez se cerraban más y más, hasta exhalar el último suspiro.

          PILAR MORENO 19-7-2013

domingo, 14 de julio de 2013

LA ENCINA





            Vieja encina, ¿cuántos años llevas enraizada junto a las mías? La vecina   la más hermosa.  Tronco centenario, fértil cual vientre de mujer,  vida de innumerables ramas,  colores marrones que junto con tus hojas verde-grisáceas,  hacen de ti, reina de todos los alrededores.
            Tus hijas más jóvenes, se están hermanando con las de las mías y estáis formado una de las mejores sombras. Os estáis unificando y eso te engrandece aún más.
            Has estado coronada de flores anaranjadas herrumbras, las que dan paso a tus magníficos frutos otoñales, los que una vez maduros volcarás sobre la tierra, haciendo de ésta una de las mejores tierras.
            Hace ya muchos años, bajo tu sombra, mi anciano padre, gustaba de hacer la siesta, decía que no había un sitio mejor en toda la parcela, donde se respirase más paz y más frescura.
            A tus antecesoras, los celtas las llamaron “Kaërquez”, que significaba árbol hermoso. Sois símbolo de justicia y fuerza. Los griegos os consideraban árbol feliz y divino. Los hispanos, desde hace más de 2000 años se servían de vosotras como alimento durante las tres cuartas partes del año. Los montañeses, no se nutrían de otra cosa más que de vuestros frutos, las bellotas, que una vez secas y trituradas, se molían para hacer pan, el cual se podía guardar durante mucho tiempo.
            Sois un árbol silvestre que nace en los montes entre piedras y terrenos duros y os hacéis más corpulentas en tierras en donde hay agua. Sois una gran fuente de recursos en medicina. En tiempos de hambruna, habéis sido fuente de alimento para muchas familias.
            Mi querida encina, eres la Diosa y Reina Vegetal de España por tu adaptación al medio, tu belleza, tu nobleza y tu incansable verdor dan fe de ello.

            PILAR MORENO 13-7-2013



martes, 9 de julio de 2013

AMOR A PRIMERA VISTA




         Hola te acabo de conocer; me he quedado impresionada al verte, eres tan sencillo y a la vez tan importante. Tienes empaque, mucha sabiduría, eres suave y a la misma vez estás sumamente manoseado. Has debido de pasar por muchas manos antes de estar en donde te he encontrado. Eres antiguo a la vez que juvenil, esas flores te alegran y favorecen mucho.
         Me gustaría saber de ¿dónde has salido, a dónde estuviste  antes, por cuantos sitios has pasado? Igual provienes de un hogar noble, o simplemente estabas con alguien a quien ya no le interesabas. Qué pena, nunca se debe despreciar a alguien tan importante como tú. Lo único que te puedo asegurar es que en el hogar en donde ahora te encuentras, te van a dar el sitio que te corresponde. Qué vas a ser valorado cómo te mereces y seguro, seguro que vas a ocupar un sitio preferente. Has llegado al lugar idóneo para alguien como tú.
         Es muy posible que tus compañeros te envidien, pero no te preocupes tú sabrás estar a la altura de las circunstancias. Puedes enseñar mucho de lo que tú sabes a todos los que te rodeen. En cualquier lugar y con quien estés serás siempre fuente de inspiración y gozo.
         Tu lomo de piel negra, antigua y señorial. Tus páginas con tachones, anotaciones y notas en los márgenes, te dan aún más categoría. Eres el libro que en todas las bibliotecas debería haber. Ese libro que toda persona debería tener para satisfacción personal y para ser consultado en cualquier momento de la vida. Te considero imprescindible y quiero que sepas que lo mío ha sido un verdadero “AMOR A PRIMERA VISTA”

         PILAR MORENO 2-7-2013
        
        

viernes, 5 de julio de 2013

FUE EN LUNES



Lunes,  primer día de trabajo en la semana. Después de un descansado domingo, los lunes son siempre agotadores, aunque no tengas excesivo trabajo pero, es la vuelta a la faena cotidiana, a volver a ver al jefe la cara de desagrado con la que aparece. La madrugada habitual para llevar los niños a la escuela. El tener que preparar la compra y comida. Las faenas caseras tan desagradecidas. ¡Que horror! los lunes son siempre odiosos.
         ¿Habrá a alguien que le gusten los lunes?, siempre hay gente para todo pero solo se me ocurre que al que le gusten es masoquista. Para mi es el día de intendencia. Lavadoras a granel para tener la semana libre. Plancha hasta reventarme las piernas. Limpieza de la casa en compañía de mi domestica, eso sí; ya no está uno para tanto trote. Que si baños a fondo, cristales, suelos, los polvos; Ay los polvos..., si los polvos que esa es otra, ¿de dónde saldrá tanto polvo? está claro que mi calle está sin asfaltar, pero hasta en invierno con todo cerrado y solo los dos momias que somos, hay que ver el polvo que hay por todas partes, bueno en todas en todas no.
¿Y en este tiempo? ¿Os habéis fijado la cantidad de telas de araña que se forman por todos lados? A mí me tienen aburrida; yo las persigo y ellas me persiguen a mí. No sé cómo hacerlas desaparecer definitivamente. Claro está que estos son los inconvenientes de vivir en la selva como dice mi nieto.
Bueno pues con todos estos preámbulos y sin gustarme nada los lunes ¿que diréis que se me ocurrió hacer un lunes? Si un lunes, pues casarme, dar el sí quiero. Tonta de mí, decir si en un lunes. Claro ahí comenzaron mis trabajos en lunes, mis prisas en lunes, mis faenas en lunes. Todo en lunes y claro está; como era lunes, al día siguiente la gente tenía que trabajar, no como ahora que se casan en sábado, después de haber convivido unos añitos antes,  y así pueden celebrar la boda hasta altas horas de la madrugada y después a dormir que ya está todo hecho; pues en la mía no hubo ni baile. Había que trabajar y el personal debía de recogerse pronto.
FUE EN LUNES ¡SOLO SE ME OCURRIÓ A MÍ
PILAR MORENO 30-6-2013