martes, 16 de diciembre de 2014

EL PÁRROCO FURTIVO

Hace tiempo, en un pequeño pueblo de la provincia de Soria, había un párroco joven que tenía camelados a todos sus habitantes. Con su simpatía y su buen hacer, había ido labrando sus objetivos. Todos los paisanos, le surtían de viandas, bien de sus huertas, corrales, matanzas y de todo lo que a su alcance estaba para poder satisfacer al joven sacerdote que como ellos decían, estaba tan lejos de su familia. Él se volcaba con ellos en cualquier cosa que pudiesen necesitar y claro está su agradecimiento no tenía fin. Al joven párroco, lo que más le gustaba de su ministerio, era el acto de la confesión, era el momento en el que podía enterarse de todos los intríngulis del pueblo, de cómo funcionaban lo matrimonios, de las mozas solteras, unas con novio y otras enteras. El les daba buenos consejos a través de la celosía y les consolaba en lo que podía, hubo varias, que con el consuelo de la celosía no se conformaban, ya que dicho curita, presencialmente tampoco estaba de mal ver y él se lo sabía. Era consciente de las propiedades de cada habitante, de cómo marchaban económicamente y así él iba con dulzura sacando a cada uno todo lo que podía con la excusa de arreglos en el templo o ayudas a los más necesitados. Realmente lo hacía, pero siempre una buena cantidad de los generosos donativos, iban a parar a su bolsillo. Hubo por aquellas fechas, muchos embarazos, en mujeres casadas que confesaban con frecuencia, también de jóvenes solteras, que achacaban el encargo a los revolcones que con el novio tenían en el pajar. ¡Qué casualidad! En un pueblo tan pequeño, nunca se había producido un hecho semejante y al mismo tiempo ¿Qué había pasado para que todas se hubiesen preñado al tiempo? Cuando al confesonario se acercaban, claro está el curita les decía que lo que con él habían hecho, solo había sido para agradar al Señor y él les había bendecido de esa forma. Un buen día, el Nemesio, bruto donde los haya, fue siguiendo a la Dominga hasta la iglesia y colocándose detrás de una columna cercana al confesonario, escuchó lo que esta le comentaba al párroco. “Padre, que mi marido está mosqueao, que no se traga que el crio sea de él. Dice que él hace más tiempo que me ha montao y que la preñez es más reciente” “Pues hija arréglatelas como puedas, tienes que convencerlo, mira que nadie puede saber que es mío” y tú, por tu parte a callar eh. Si se descubre que soy yo el padre ¿qué dirían de ti en el pueblo? pasarías a ser una cualquiera, una buscona que has enredao al Sr. Cura y por tu buen nombre debes guardar el secreto. El Nemesio que era de oído fino y fuerte carácter, esperó oculto a que la Dominga marchase para casa y fue tras ella sin decir nada. Al llegar a la misma, la dio dos guantás y la llamó “perra, que te he estado escuchando en el confesonario y ya se la verdad de todo, me querías colocar el hijo del cura como fuese ¿no?, pues de eso nada, coge tus cosas y marcha de esta casa, que yo me las apañaré como sea con los zagales, pero que nadie sepa la deshonra que a esta casa has traído. La mujer cogió en un hatillo unas cuantas pertenencias y de noche salió del que fuera su hogar para no volver. Cuando los vecinos preguntaron por ella, el Nemesio dijo que había ido a visitar a una tía suya que andaba enferma. El tiempo iba pasando, y unas antes, otras después iban pariendo. Cuando la partera ayudaba y sacaba a los críos del vientre de sus madres, quedaba pasmada, como se podían parecer tanto entre ellos, siendo de familias tan distintas, no daba crédito a lo que estaba sucediendo, aunque prudente nunca decía nada. Cuando ya las madres podían sacar a sus niños a la calle y se veían con otras de las que acababan de parir, se miraban extrañadas y se decían para ellas mismas que parecido tenían los recién nacidos entre ellos. Claro está, ninguna decía nada, pues pensaban tendrá el mismo padre que el mío. Los meses avanzaban y el parecido de los niños cada vez era mayor. Un buen día, una de las madres solteras iba paseando con su novio y se cruzaron con el señor párroco. Este se paró muy amable a saludar y a dar la enhorabuena al padre, que no había visto hasta entonces. En ese momento, se quedó mirando fijamente al cura y después al niño, volvió a repetir la misma acción varias veces y de pronto, como si se hubiese vuelto loco de repente, se lanzó al cuello del cura con intención de estrangularlo. Consciente de que no debía hacerlo, se lió a mamporros con él y le dio todo lo que le vino en gana. El cura no rechistó, cuando pudo incorporarse se fue a su casa sin mediar palabra. Se corrió la voz por el pueblo a toda velocidad y los que estaban reticentes a creer que todos los hijos de esa época fuesen del cura, hicieron confesar a sus parejas, las cuales dijeron la verdad, que él señor párroco, tan bueno él, no sabían como había sucedido, conversaciones, que unas habían llevado a otras y así casi sin darse cuenta, todas habían quedado en cinta. Decidieron ir a la mañana siguiente a pedir explicaciones, o lo que fuese necesario al cura, pero oh sorpresa, cuando llegaron a la casa parroquial armados de palos hasta los dientes, tocaron a la puerta y nadie contestó, insistiendo y repitiéndose la misma operación, la empujaron hasta echarla abajo y del señor párroco no quedaba ni rastro, había desaparecido furtivamente de aquel pueblo llevándose todos sus enseres. Nunca más se supo de él aunque dieron parte a las autoridades tanto civiles como eclesiásticas. ¿Dónde habría ido a plantar sus semillas? PILAR MORENO 13 Diciembre 2014

martes, 9 de diciembre de 2014

AQUELLOS GRANOS DE CAFE

Una vez más afloran a mi mente recuerdos de hace muchos, muchos años. De la casa tan querida para mí y a la que ya en otras ocasiones me he referido, si la casa de mis abuelos maternos. Todo lo que allí había para mi persona eran tesoros, sobre todo lo que había visto manejar con sus manos a la abuela Pilar. Era su costumbre, madrugar para regar las macetas que colgaban del balcón del comedor, para que cuando comenzase a transitar el público, no les cayese ni una sola gota de agua. Para mí era una delicia ayudarle tomando agua del cubo con un pequeño jarro de porcelana y depositarla sobre la tierra de los tiestos, siempre me decía lo mismo, hija ten cuidado que si los encharcas mucho, chorrean y pueden mojar a las personas que pasen por la acera. Recuerdo muy bien aquellos tiestos, eran geranios, de varios colores, pero sobre todo rojos. También había gitanillas que colgaban por la barandilla cual si fueran guirnaldas. Creo que desde entonces para mí el tener geranios en casa es como una necesidad. Después me encantaba quedarme mirando el edificio que tenía de frente que era ni más ni menos que el “Mercado de Maravillas”, donde veía descargar los camiones, tanto de pescado, carne o frutas y hortalizas. Le recuerdo muy bien incluso hasta los nombres de los dependientes de los puestos. Terminada esa tarea, la abuela iba para la cocina y allí se disponía a preparar el desayuno, era todo un ritual. Bajaba del basar la cafetera de aluminio reluciente, después el molinillo del café y por último, del armarito de madera que hacía de despensa, sacaba el café en grano y se preparaba para molerlo ¿Por qué haces esto todos los días? Preguntaba yo con gran curiosidad. Mira hija es mejor moler el café en el momento antes de ponerlo a cocer, pues así pierde menos propiedades y tiene mejor sabor. Entonces era, cuando de un bote metálico bien cerrado, sacaba un paquete de café y con mucho cuidado iba vertiendo los granos en el molinillo. Era un recipiente cuadrado, con un cajón muy pequeño en la parte inferior a donde iba cayendo el café una vez molido y en la parte superior, había una especie de vaso invertido con una puertecita por donde se introducían los granos. Una vez lleno el pequeño recipiente, se cerraba aquella puerta y se procedía a dar vueltas a la manivela que tenía en la parte superior. Lo hacía con gran destreza y el café quedaba listo para hervirlo en la cafetera. ¿Abuela me dejas que yo lo haga? Si cariño, pero ten cuidado de que no se caiga el molinillo. Así contribuía yo a preparar el desayuno y esa fue otra de las muchas cosas que la abuela me enseñó. Después nos íbamos al comedor a desayunar, con el pan frito que ella también me había preparado. Todo lo que en aquella casa sucedía lo recuerdo con gran ternura, también como a su dueña. Ahora que soy abuela, comprendo lo que aquella mujer debió quererme. PILAR MORENO 5 Diciembre 2014

ENTRE LAS RUINAS

Cuenta la leyenda, que por el verano de 1937, en plena Guerra Civil Española, unos militares andaban inspeccionando el Castillo de Albalate de Tajuña o la Torre de Albalate, también así llamada, una fortificación en ruinas que se encuentra situada en el término minuicipal de Luzaga, provincia de Guadalajara, sobre un meandro del Rio Tajuña, en un lugar en donde hace muchísimos años, se situaba la aldea que le da nombre. Su estratégica posición controlaba el paso que discurre paralelo al Tajuña entre Luzaga y Cortes de Tajuña. Consta de una torre de pequeño tamaño de planta rectangular que podía medir en torno a los 25 mc. De superficie y dos pisos de alto. Alrededor de la torre se levantaba una barbacana para protección de la torre. Tras su derrumbe parcial en la primavera de 1936 solo quedan en pie tres paredes de un torreón, aunque se pueden apreciar los restos de los cimientos del recinto en las paredes verticales del cerro en el que se sitúa. Los militares anteriormente citados, mientras hacían su inspección, creyeron escuchar un lamento, pero era más que nada un imploro de baja intensidad. En primer lugar no prestaron mucha atención, podía ser el maullido de un gato en la lejanía, pero uno de ellos, no quedándose conforme, volvió sus pasos sobre los cascotes de las ruinas y fue cuando descubrió el dramático espectáculo. Una joven de no más de dieciocho años, acababa de dar a luz ella sola en aquel inhóspito lugar. Daba pena verla, el crio entre sus piernas llorando sin apenas fuerzas y ella gimiendo sin aliento para hacerlo. El soldado que se había quedado rezagado, gritó a sus compañeros para que le ayudasen a dar auxilio a aquella pobre mujer. Con voz muy queda, cuando lograron acercarse todos a su lado, les pidió que se ocupasen de su hijo. Ellos cortaron el cordón umbilical que todavía le unía a ella, le arroparon con las faldas de la madre, ya que a ella no le volverían a hacer falta, ya que estaba desangrándose y no tenían medios de poder ayudarla, simplemente quedarse a su lado, para que al dar el paso al otro mundo no se encontrase sola. El pequeño fue llevado en brazos todo lo más rápido que pudieron a la población más cercana en donde se lo entregaron al alcalde para que pudiese hacerse cargo de su crianza y educación. Nunca volvieron a saber nada de él. PILAR MORENO 25 Noviembre 2014

miércoles, 26 de noviembre de 2014

DE OTOÑO A INVIERNO

En las primaveras de mi vida, siempre veía personas para mí ya viejas. Para mis adentros decía, que pena, que viejecitas son, cuantos años de diferencia me sacan, Oh… que lejos veía yo los inviernos por los que atravesaban. No me daba cuenta de lo deprisa que pasaban esas estaciones de la vida. Ahora yo me encuentro en mi otoño, comenzándolo eso sí, pero nunca sabemos cuándo termina esa estación y si llegaremos a ver comenzar la próxima. Es la etapa en las que nuestras dolencias comienzan a asomar en nuestras vidas. También nos visitan las soledades, las pérdidas de amigos y familiares y como es natural nuestras incógnitas comienzan a aflorar en nuestras mentes. Cuándo nos encontramos con viejos conocidos, solemos preguntarnos ¿estaré tan viejo como fulano? Hay que ver se le han echado los años encima en un pis-pas, y con asombro también solemos decir, pues no es tan mayor, tiene unos pocos más que yo. Claro está que en nuestras edades, pocos años más son muchos. He llegado a la conclusión, de que en esta estación, lo mejor que podemos hacer es reírnos a carcajada limpia, aunque sea de nosotros mismos. Olvidarnos de pequeñas enfermedades y vivir lo más felizmente que podamos, saliendo diariamente de casa, simplemente a pasear, charlar con los amigos, tener reuniones con gentes de nuestro mismo nivel cultural o quizás un poco más alto pues eso siempre es bueno y nos aporta algo, acudir a clases en las que nos sintamos alegres, bien incorporados y a su vez aportemos algo de nuestra sabiduría y tomemos ejemplos de otras. Dejemos ya de preocuparnos de las enseñanzas que recibimos, de tener nuestras casas todas relucientes y dediquémonos a lo que más nos guste y nos complazca. Cuando de verdad nos llegue el invierno definitivo, todo lo que no hayamos disfrutado, habrá sido un tiempo baldío. Habremos desaprovechado ocasiones que debieran haber sido importantes en nuestras vidas. Si no hemos viajado, no hemos salido a fiestas etc, etc. eso ya jamás lo recuperaremos, pues aunque solo sea el otoño por el que estamos pasando, hay veces en las que ya es tarde para meter marcha al cuerpo. Los jóvenes de hoy en día nos dan muchas lecciones a los mayores, hay que preocuparse mucho más del día a día y del presente por que el futuro puede no llegar nunca. PILAR MORENO 26 Noviembre 2014

martes, 25 de noviembre de 2014

DIAS DE OTOÑO

Días de otoño, con lluvias y viento conviertes la vida en un crepitar por los suelos bosques dorados, rojizos y secos álamos desnudos, que da pena verlos acacias desprovistas de hojas y racimos anunciando que ya se acerca el frío invierno. Ese invierno que dejará calles vacías resbaladizas con el hielo solitarias de niños jugando ahora están resguardados al amor del fuego sólo la Navidad, alegrará un poco el pueblo gentes de un lado hacia otro terminando sus requerimientos Llega la noche anunciada en las casas alegría, divertimento todos junto a la lumbre celebrando el evento por la mañana amanece todo el jardín cubierto la noche ha dejado una gran nevada que es lo propio del invierno. Va a comenzar otro año de ilusiones y alientos esperando llegue la primavera, florecerán las plantas, los árboles se vestirán de nuevo con sus rayos de luz, dejando atrás el frio invierno después llegará el verano, cargado de calores, alegrías y festejos es el tiempo que más gusta vacaciones, playa, piscinas y juegos a los niños divierte un montón, en ese tiempo no hay colegio. PILAR MORENO 20- Noviembre 2014

EL CUADRO MISTERIOSO

En aquel salón siempre hubo un cuadro que jamás me gustó, por más que lo miraba, siempre pensaba lo mismo ¿Qué hace aquí esta cosa tan horrible? Pero claro está cuando seguía en el mismo sitio cada vez que me presentaba en esa casa es que a los dueños debía gustarles. Era una especie de pintura abstracta pero con formas, es decir, la verdad es que no sé cómo explicarlo, una especie de monstruo en el que se dibujaban como varias cabezas pero no nítidas, algo parecido a extremidades pero que por más que lo mirases y remirases, tampoco eran propiamente dichas extremidades, borrones podían ser alargados, redondos, cuerpos rechonchos ¡ay Dios! Que querría decir aquello. Yo desde luego jamás lo hubiese colgado en mi casa. Muchas veces en lo que me dejaban solo en aquella estancia, me acerqué para desde cerca verlo mejor, poder observarlo y tratar de descifrar lo que significaba, pero nada de nada. Cuanto más te acercabas, más feo parecía incluso daba repelús. Tengo que decir, que en general aquella casa era un poco lúgubre, también sus habitantes, un matrimonio ya mayor que creo que recelaban de quien se acercaba a ellos, aunque conmigo eran muy amables y siempre me ofrecían un café con algún dulce cuando llegaba y la conversación que me daban era agradable, se veía que estaban muy solos y por todos los medios trataban de entretenerme todo lo posible. He olvidado decir que yo era el administrador de la finca y a lo que iba todos los meses a esa casa era a cobrar los recibos de la comunidad ya que ellos se habían negado en rotundo a que se les pasase por banco y como la oficina no me quedaba lejos, decidí hacerles ese favor e ir a cobrarles personalmente. Me llamaba mucho la atención que cada vez que iban a buscar el dinero, salían los dos juntos del salón, siempre se repetía lo mismo. Era entonces cuando yo aprovechaba para otra vez examinar el dichoso cuadro, que incluso fuera ya de la casa, seguía pensando en él, siempre me decía lo mismo, que feo, que feo, creo que lo llegue a tener miedo, si miedo, esa noche cuando me acostaba, seguía viéndolo hasta que el sueño me vencía. Aquel día, uno de tantos, salieron del salón los dos ancianos y sin más pensarlo, decidí que tenía que descubrir que aquel cuadro ocultaba algo. Me levante de un salto y me dirigí a la pared en donde estaba colgado, osado de mí, me atreví a tocarlo, pasé la mano por toda su superficie y oh… sorpresa, descubrí dos pequeños agujeros en uno de lo que parecían cabezas, eran muy pequeños y claro a la vista no se percibían pues la pintura tenía relieves. Presto y raudo, levanté el cuadro y fue cuando descubrí el misterio. Desde la otra habitación, unos ojos me miraban como si fuese a robar una fortuna. No sé cuál de los dos ancianos sería el vigilante pero lo que sí está claro es que uno de ellos observaba todos los movimientos que yo pudiese hacer en el salón en lo que ellos estaban ausentes. PILAR MORENO 18 Noviembre 2014

sábado, 22 de noviembre de 2014

ADIOS DUQUESA

Adiós Duquesa de Alba, querida por todos los españoles. Nacida en Madrid hace 88 años y fallecida en Sevilla en el día de ayer, todos te recordaremos con gran cariño y admiración. Innumerables los títulos nobiliarios que a lo largo de tu vida te han acompañado, tanto de Ducados, Marquesados y Condados. Reyes y princesas por estatus social debían haberse puesto a tus pies, sin embargo jamás diste muestras de ello, tu sencillez y humildad te acompañó toda tu vida. Poseías una de las mayores fortunas del mundo y que ahora a tu fallecimiento, el Título de Duque de Alba, lo hereda tu primogénito D. Carlos. En tu bautismo, fuiste apadrinada por los Reyes de España, D. Alfonso XIII y Dª Victoria Eugenia, perdiste a tu madre con tan solo ocho años de edad, cosa que marca a una persona tan joven. Por motivos de la Guerra Civil, tuviste que salir de España con tu padre y en Inglaterra, tu compañera de juegos fue nada menos que la Reina Isabel II, aprendiste cinco idiomas, los cuales hablabas a la perfección. A tu vuelta a España el torero Pepe Luis Vázquez, se convirtió en tu primer amor, pero tu padre no considerándolo oportuno para la que iba a ser la heredera de la Casa de Alba, no dejó seguir adelante esa relación. Al poco tiempo te casabas por todo lo alto con D. Luis Martínez de Irujo, ascendiendo es coste del evento a más de 20.000.000 de pesetas de aquel entonces, nunca hubo una boda tan cara. D. Luis se convirtió en el padre de tus seis hijos, Carlos, Alfonso, Fernando, Jacobo, Cayetano y la pequeña Eugenia que apenas contaba unos meses cuando D. Luis fallece. Después de unos cuantos años, conociste a D. Jesús Aguirre, el cual después de un tiempo convertiste en tu segundo esposo. Aunque unos años más joven que tú formasteis un matrimonio pleno de felicidad, gran afinidad por las cosas que a los dos os gustaban, gran amante de la literatura y compañero perfecto. Estuvisteis juntos muchos años pero la fatalidad hizo que también lo perdieses. Aunque madrileña de nacimiento, donde más te gustaba residir era en Sevilla, en tu palacio de Las Dueñas, tu tierra de adopción, allí eras una más de los hispalenses, se te veía andar por la calle y conversar con cualquiera que quisiera acercarse a ti. Gran devota del Cristo de los Gitanos y hermana mayor de su cofradía. Hace tres años, contando ya con ochenta y cinco y con la oposición de todos tus hijos, lograste casar de nuevo con D. Alfonso Diez, un hombre sin título alguno, sin posesión alguna, veinticinco años más joven que tu, pero con un gran amor por tu persona. Lo demostró sin duda al firmar las capitulaciones antes de vuestra boda, renunciando a todo lo que fuese referente a la Casa de Alba. Para poder hacer real esa boda y cumplir tu amor de madurez y que todos viesen que no era un simple capricho de senilidad, hiciste el testamento en vida, adjudicando a cada uno de tus hijos lo que les iba a corresponder. D. Alfonso, ha demostrado con creces, que realmente se había casado por amor, ha sido tu compañero fiel hasta el último suspiro de tu vida. Hizo todo lo posible por complacerte, acompañarte y cuidarte. Sólo había que ver su rostro, mientras se celebraban tus exequias. Un hombre abatido y destrozado por la inmensa pena que lo embargaba, junto con tus hijos era una auténtica alma en pena. Adiós Duquesa, Duquesa de Alba, una mujer muy valiente, que hasta el final de su vida hizo siempre lo que le dio la gana. DESCANDE EN PAZ PILAR MORENO 21 Noviembre 2014

martes, 18 de noviembre de 2014

LA MURALLA

Una gran muralla se abría entre ellas, nunca se entendieron, una de ellas siempre lo lamentó, la otra parecía no sentir ni padecer, al contrario, cuanto más se alejaban, su disfrute era mayor. De vez en cuando se abría la puerta grande de esa inmensa muralla que les separaba y volvían a juntarse, pero entonces, pasado un rato de haberse encontrado, comenzaban a saltar chispas, era como si se produjese un choque de trenes de alta velocidad, imparables en su recorrido. La que se lamentaba de la situación, callaba, pasaba por alto todos los improperios, oprobios, epítetos, dicterios, que la mayor le dedicaba a ella y a su familia, aunque por dentro bullía de rabia y de no poder hacer nada por acallar todas aquellas lindezas con las que le regalaba los oídos. Pasaban los años y en lugar de ir calmando la ira con la edad, parecía que sus fuerzas aumentaban y en lugar de envejecer y apaciguar su estado de ánimo, cada día resurgía como el Ave Fénix de sus cenizas, no era consciente de que la muralla que las había separado durante mucho tiempo, se había derrumbado, había llegado el momento de que la menor se ocupase de su vida y de proporcionarle el mejor estado de bienestar posible, pero calamitosamente, no era posible razonar, hablar sosegadamente, exponer las situaciones y tratar de solucionarlas con naturalidad, y sobre todo con paz, sin alzar a cada paso o palabra la muralla que ya no era posible volver a levantar. Ni la enfermedad, ni el deterioro sufrido fue capaz de hacer reaccionar a esta persona. Tan solo cuando en los últimos meses de su vida se demenció, la trató con agrado, realmente, no era a ella, la confundía con otras personas que habían sido muy importantes en su vida, pero ya era tarde, ya no podrían entenderse jamás. Ahora era muy difícil pasar por encima de los cascotes de aquella muralla, que ella se había empeñado en levantar hacía tantos años. Fue muy penoso, no poder llorar la muerte de una madre como debe hacerse por haber existido una muralla entre las dos. PILAR MORENO 11 Noviembre 2014

martes, 11 de noviembre de 2014

EL CUERPO MANCHADO DE CARMIN

Varias manchas de carmín aparecieron por todo el cuerpo de Daniel ¿De quién serían? ¿Quién habría podido besarlo de tal forma? Eran demasiado recientes las habrían depositado pos morten, o antes del asesinato. Si había sido después, quien lo hiciese era muy macabro en besar un cuerpo acribillado a puñaladas y todo ensangrentado. Todo era una gran incógnita, pero había que averiguar sin demora, quien había sido capaz de eliminar del mundo de los vivos a Daniel. Era una gran persona que a nadie había hecho daño y que nadie podía suponer que tuviese enemigos, a lo largo de sus 29 años solo se había dedicado a estudiar y una vez terminada su carrera comenzar su andadura como empresario. Como químico que era, había montado un laboratorio, en el cual estaba ensayando varias formulas para perfumes de hombre y mujer, las que esperaban fuesen todo un éxito al no parecerse a ninguna de las que en ese momento se hallaban en el mercado. El negocio le iba bastante bien y como trabajador incansable que era, se dedicaba a otros menesteres en el laboratorio, no solo a la producción de esos perfumes antes citados. Quien podría tener motivos para asesinarlo de esa manera tan brutal, con treinta y siete puñaladas, habían acribillado su cuerpo. Por eso quien hubiese depositado esas manchas de carmín sobre su cuerpo tenía mucha sangre fría. ¿Y si hubiese sido el propio asesino quien las hubiese puesto para despistar. Laura su novia estaba descartada, jamás había usado barra de labios y además la noche del asesinato, había asistido con sus padres a una fiesta familiar y habían pernoctado fuera de la ciudad. Carmina, una joven que trabajaba con él en el laboratorio, química también, siempre había estado un poco celosa de Laura, pero sabía que no tenía nada que hacer, pues Daniel y Laura se adoraban desde hacía muchos años, se habían conocido desde niños y era una relación totalmente consolidada, por otro lado, Carmina era una frágil mujer de cuerpo y espíritu y no era posible que hubiese podido tener fuerzas para clavar en el corpulento cuerpo de Daniel el cuchillo con tan saña. Quien lo hizo, al menos tenía que ser de la envergadura de Daniel, o en la primera puñalada haberlo sorprendido y dejado muy mal herido para que no se hubiese revuelto o al menos haber luchado contra su agresor, pero todos los indicios parecían indicar, que no había puesto resistencia alguna. Tampoco había señales de lucha en sus uñas. ¡Qué misterio tan grande! Cuando Laura conoció la noticia enloqueció de pena, nunca se separaban y justo esa noche el no había podido asistir con ella a la fiesta por estar a punto de concluir su formula y no quería que se le pasase de tiempo, era muy delicada, por más que le rogó, Daniel prefirió quedarse, pues sabía que si lograba aquella fragancia, el éxito estaba asegurado y era el paso que necesitaba para desposarla con todas las garantías de un futuro próspero. La investigación sigue abierta… PILAR MORENO 5 Noviembre 2014

LABERINTO

Hay diversos tipos de laberintos, no se por cuál de ellos decidirme para escribir el pequeño relato que he de elaborar para mi clase de escritura. Podría escribir sobre el laberinto de las pasiones, pero a mi edad, casi ni me acuerdo de lo que es una pasión y tampoco me apetece meterme en un laberinto para el cual habría de buscar el libro de instrucciones. También podría relatar algún sucedido sobre los laberintos de los jardines palaciegos, estos resultan preciosos con su boj recortado a una altura premeditada, para que a la vez de adornar sirviesen de refugio a alguna dama o caballero de la nobleza en los que esconder sus escarceos amorosos, solían salir a dar un paseo cada uno por su lado y oh… que casualidad se habían perdido en el laberinto y justo allí mismo se habían encontrado. Creo que me voy a inclinar por el laberinto de palabras, las cuales llevan a expresar conceptos equívocos de lo que realmente significan. Me voy a permitir poner algunos ejemplos de las palabras que últimamente escuchamos a diario y que su significado carece de elocuencia: Honradez = recto proceder = hoy en día 0 desconocida Pobreza = estrechez, falta de bienes = solo para el pueblo Político = gobernante = aspirante a enriquecerse en muy poco tiempo. Rico = acaudalado= riqueza conseguida a base de comisiones ilegales, fraudes, extorsiones, ventas ilegales, etc. Trama = su verdadero significado es un conjunto de hilos cruzados en una urdimbre para formar un tejido = actualmente, el significado de trama es un conjunto de políticos sin escrúpulos, que lo que tejen es la manera de hacerse ricos en el menor tiempo posible, saqueando el dinero de los contribuyentes, los que inocentemente les han votado, quitándoles el pan a los honrados trabajadores, los cuales ven disminuir su poder adquisitivo a pasos agigantados. Ellos por el contrario, gozan de puestos privilegiados, la mayor parte de las veces elegidos a dedo y que aprovechan para desplumar a todo el que se ponga a tiro. Pobre de mí España, mi querido país, si querido pues yo me considero muy española, la están dejando tan devastada que no va a haber dinero en las arcas para construir, no pisos de protección oficial, que en realidad se necesitan, no, tampoco va a haber para construir más cárceles para acoger a tanto golfo y sinvergüenza que está saliendo del escondite. Hace años, a España se le conocía como el país de toros y pandereta, pues bien ese eslogan ha cambiado sustancialmente, ahora se la conoce como el país de los chorizos, mariscadas y buenas chuletas. PILAR MORENO – 30 Octubre 2014

jueves, 6 de noviembre de 2014

JARDIN DE OTOÑO

Árbol del Paraíso, que con tu fragancia inundas todo mi jardín Pena da ver tus finas hojas, amarillentas, esparcidas por el suelo Oh… tierna higuera, que aún sin tus frutos haber cuajado, Te ves despojada de tus hojas dejando desnudas tus tiernas ramas. Encinas centenarias, alfombráis de gruesas bellotas, el suelo por donde piso. Esquelético ciruelo, que más que un frutal pareces un árbol seco y muerto. Por el contrario, acebos enrojecidos, mostráis vuestros frutos con orgullo Anunciando la próxima llegada de la Navidad. También tu madroño, redondito y alegre, presentas tus lindas frutas, ásperas, rojas como el carmín, y copiosas sobre tus ramas, comestibles y en cantidad alucinógenas. El granado enano el cual sus flores ha convertido en granadas de pequeño tamaño dispuestas para su recolección al ser tiempo para ello. También vosotras mis queridas hortensias, os resistís a que las lindas flores se os marchiten, algunas de vuestras hojas ya se tornan amarillas dejándolas sobre el suelo una espesa capa para que abriguen vuestras raíces y las sirvan de abono para el resurgimiento en la próxima primavera. Las acacias dejan al aire sus ramas, desprovistas de hojas, para tomar impulso y cuando comiencen a dar calor los primeros rayos de la primavera, brotar con toda fuerza para cubrirse de tiernas hojas y preciosas flores blancas. Azaleas con flores blancas que todavía tenéis ganas de lucir orgullosas vuestra belleza. Durillos que engrandecéis los lugares en donde estáis depositados, mostrando dos veces al año vuestras diminutas florecillas. Este es mi jardín, mi querido jardín de otoño PIÑAR MORENO 6 Noviembre 2014

martes, 28 de octubre de 2014

UN INGLES ENAMORADO

Elvira, era su nombre, una muchacha inteligente y muy despierta desde su más tierna infancia. Procedía de un pequeño pueblo de la provincia de Palencia. Había sido educada en la fe católica y por eso al terminar los estudios primarios, fue enviada por sus padres a un colegio de monjas de la capital en donde pudiese formarse debidamente con arreglo a la importancia que ellos daban a la religión. Una vez cumplidos los catorce años, y viviendo en el convento como ya hacía tiempo que vivía, decidió hacer una preparación a fondo para ser misionera. Sabía que en el tercer mundo había mucha necesidad de personas que cuidasen de los enfermos. Lo que no tenía claro, debido a su juventud, era si quería tomar los votos como hermana de la caridad, o simplemente servir al prójimo como enfermera. En el convento la veían muy convencida y las hermanas mayores que ya tenían mucha experiencia, vieron que realmente valía para poder llevar a cabo una buena misión. Llegado el momento, una vez que hubo cumplido los dieciocho años, hablaron con sus progenitores, exponiéndoles las ideas que la muchacha tenía y que ellas la veían preparada de sobra para ejercer ese apostolado aún sin haber tomado los hábitos. Si ella lo consideraba oportuno, llegado el momento volvería a España y en cualquier momento podría llevar a cabo su deseo. En caso contrario ellas mismas la seguirían animando para ejercer su ministerio aún sin haber profesado. Los padres aceptaron gustosos la decisión de Elvira diciendo que era voluntad de Dios y ellos estaban de acuerdo con su decisión. No tardó mucho en partir la muchacha con destino a Guinea Conakry, era una de las misiones en las que las hermanas ejercían en las aldeas más pobres y menos favorecidas del país. Al llegar, aprendió a desplazarse por las aldeas de Kankan, en donde comenzaron sus primeros pasos como misionera, debido a su carácter, la población comenzó a tomarle cariño y los niños le seguían a todas partes, esperando a que les diese algo de lo que ellos consideraban una chuchería y era simplemente que les había guardado las galletas que a ella le correspondían en su desayuno, o algún trozo de pan que pudiese haber tomado de donde hubiese podido, pues realmente la miseria era extrema. No llevaba demasiado tiempo en ese pueblo cuando llegó un doctor inglés, llamado Jhon Miller, muy atento aunque serio y Amalia tuvo que ponerse a sus órdenes, era el nuevo doctor y deberían los dos de encargarse de determinado territorio. Apenas llevaba el doctor Miller unos meses en el poblado, los enviaron a Mamou, otro poblado más lejano en el que parecía que los habitantes estaban en peores condiciones de salud. Al mismo tiempo deberían hacerse cargo de Labé y Kindia, debían ir de un lado para otro pues realmente no podían ubicarse en uno solo. Eran demasiadas las necesidades y demasiados los kilómetros que diariamente debían hacer para tener atendido todo el territorio que les correspondía. Con el paso del tiempo, el doctor Miller, se fijó en Amalia, le cautivaron sus alegres ojos, esa risa que siempre tenía en los labios por más dificultades que en el transcurso de sus obligaciones encontrasen. Los buenos modales y palabras que tenía para todo el mundo, él la bautizó como la hermana sonrisas, poco a poco y sin que ella se diese cuenta, Jhon se fue enamorando perdidamente de ella. Pasaba el tiempo y todo transcurría dentro de la normalidad que en esos parajes se puede llamar normal, hasta que un día, llegaron a Mamou a visitar a un enfermo el cual tenía una fiebre muy alta, vómitos y diarrea. Comenzaron a tratarle con los medios que tenían, a darle antibióticos y a esperar que mejorase, pero cuál fue su sorpresa, que en poco tiempo comenzaron a llegar más pacientes con los mismos síntomas. Aquello comenzó a propagarse de una manera tan rápida que no daban abasto, lo peor de todo es que en lugar de mejorar la pobre gente a los pocos días morían sin haber podido hacer prácticamente nada por ellos. No había medios, tenían que tenerlos en el suelo, no había camas para ellos, ni medicamentos, aquello se había convertido en una epidemia imparable. Una noche Amelia, se sintió mal y Jhon pensó que era el cansancio que estaba haciendo mella en su frágil cuerpo, le pidió que por favor se retirase a descansar pues estaba exhausta de tanto trabajo y a la mañana siguiente se encontraría mejor. Pasadas unas horas, el Dr. Miller fue a visitarla y cayó presa de la desesperación, Amelia se había contagiado. En ese momento, viendo la gravedad del asunto, no pudo por menos que confesarle el amor que por ella sentía, que no se había atrevido a decírselo nunca por miedo a equivocarse ya que pasaban tantas horas juntos y ella lo fuese a malinterpretar, pero se había dado cuenta de que era su gran amor. No se separaría de ella hasta poder sanarla, aunque comprendía la gravedad de la enfermedad, había contraído el virus del Ébola. Era casi imposible que la pudiese salvar, lucharía hasta la extenuación. Pasaron cinco días y al amanecer del sexto Elvira expiró. Jhon, gritaba como loco, no hacía caso de nada ni de nadie, su inmenso dolor le hacía parecer un ser extraño en lugar del doctor que con tanto esmero había luchado durante aquel tiempo. En la oscuridad de la noche, desapareció, todos lo buscaban pues era necesario que continuase con su labor ya que los casos se iban multiplicando cada vez más, habían llegado más misioneros y más doctores, pero no eran suficientes para la cantidad de enfermos que allí se amontonaban. Al amanecer un nativo entró gritando en el hospital de campaña que allí se había montado. El doctor Jhon estaba colgado de un árbol con el cinturón de su bata. PILAR MORENO 22 Octubre 2014

jueves, 23 de octubre de 2014

MIGUEL PÉREZ

Ese era su nombre, Miguel Pérez y Pérez. Sí Pérez y Pérez, como lo oyen, Pérez por parte de padre y también Pérez por parte de madre, dos apellidos un tanto extraños para ser españoles. Era hijo de un minero leonés y de una labradora zamorana. Salió un buen chico siendo el último de 10 hermanos. Con ellos aprendió todo lo que sabía pues de escuela nada, no eran tiempos para pasarlos en la escuela, había hambre y debían trabajar en lo que saliese para llevar un trozo de pan a la casa, que con el jornal del padre, no llegaba para alimentar a tanta prole. Al padre apenas lo veía, pues el trabajo de la mina era muy duro y muy negro y casi siempre que estaba en casa, descansaba. Los hermanos mayores le habían enseñado los valores más importantes de la vida, pero él a todas esas enseñanzas había añadido la picaresca. La madre trabajaba en lo que le salía, unas veces limpiaba en alguna casa, otras atendía en un bar etc. A Miguel lo que más le gustaba era hacer recados, se había colocado como recadero de todos los puestos del mercado municipal del pueblo, así podía repartir, tanto pescado como carne fruta, embutido, verdura, casquería es decir todos los artículos que en el mismo se vendían. Con sus grandes artes, cargaba el carrito en el cual depositaba los pedidos de todas las tiendas del mercado. Salía del mismo raudo y contento dispuesto a dejar en los domicilios de los clientes todas las viandas que le habían sido confiadas. El se las arreglaba muy bien, para siempre dirigirse lo primero, hacia una pequeña cueva que había camino de su casa, en la cual depositaba algunos de los artículos que sisaba en el reparto. De un paquete quitaba dos manzanas, de otro un filete, de otro unas sardinas etc. Al finalizar su jornada laboral, volvía a pasar por la cueva a recoger todo lo que había sustraído. Eran pequeños hurtos que pasaban desapercibidos, al ser varios a los puestos de la misma especie que hacía. Después esas viandas, se las llevaba a vender a muy bajo precio a unas chabolas de gitanos que había en las afueras del pueblo, los cuales no se acercaban a él para nada pues el señor alcalde se lo había prohibido. Con lo que sacaba, que eran cuatro perrillas, ahorraba para cuando había cine al aire libre o comprar algún helado que en su casa no se lo podían dar. Un día, el señor Agapito, vecino del pueblo muy conocido, falleció repentinamente, el zagal que era muy conocido y muy cariñoso, se acercó a dar el pésame a la viuda la señora Jacinta, una mujer a la que el chaval le daba pena de ver lo cargado que iba muchas veces y siempre le daba alguna cosilla de su huerta, de su matanza e incluso alguna propineja. Estuvo allí un buen rato, velando el cadáver y de pronto desapareció. Al rato la señora Jacinta, comenzó a sollozar en voz alta, a la vez que decía “Ay Dios que te los estás llevando, a los más hermosos”, “Ay Dios que te los vas llevando, a los más gordos”. Los presentes no daban crédito a lo que escuchaban pues realmente aquella mujer debía haberse vuelto loca, el señor Agapito, no era ni hermoso, ni gordo, todo lo contrario, era la viva estampa del Quijote. La pobre mujer repetía y repetía lo mismo una y mil veces. Tantas veces repetía la pobre Jacinta la misma cantinela, que uno de los presentes, le dijo en voz baja ¿Qué te pasa? ¿Por qué dices eso y tantas veces?. Es que tu no lo ves, claro desde donde estás sentado no puedes verlo. Es el Miguel, que no hace más que dar paseos a la alacena y se me está llevando los chorizos que hay en la orza de barro. PILAR MORENO 14 Octubre 2014

martes, 14 de octubre de 2014

EL DESIERTO FÉRTIL

Estamos acostumbrados a lo que significa la palabra desierto, eso justo eso desierto, un lugar en donde se encuentra arena y nada más que arena, con grandes dunas, grandes extensiones de terreno en donde no se encuentra nada más. Unas altísimas temperaturas durante el día y frío por las noches, solo las personas que están acostumbradas a vivir en ellos como los tuaregs son capaces de sobrevivir en ellos. Estos habitantes, normalmente son nómadas y se dedican al comercio y para sus desplazamientos utilizan los dromedarios, animales bien adaptados al medio, los cuales no necesitan agua para beber, pues pueden estar sin hacerlo hasta cincuenta días. También habitan el desierto los beduinos, que se dedican principalmente a la cría de cabras y ovejas y practican un seudonomadismo trashumante en búsqueda de aguas y pastos, para lo cual recorren kilómetros y kilómetros de ardientes arenas. El desierto encierra a los beduinos como si fueran personas en una caja. El beduino cabila, incluye grupos parentales de familias muy extensas unidas por un antepasado y por fuertes lazos según un código de honor y lealtad, basado en la generosidad, obediencia y sobre todo hospitalidad. Sus conflictos son resueltos teniendo en cuenta la responsabilidad colectiva. Todo grupo es responsable de las acciones cometidas por cada uno de sus miembros. Un jefe o shaikh, elegido por su valentía, generosidad y sabiduría, es el que se ocupa de las cuestiones relativas a la justicia. En los desiertos no se encuentran árboles ni agua, realmente es una locura querer atravesar cualquiera de ellos, sería un camino que solo conduciría a una muerte segura de no estar muy preparado para hacerlo. A pesar de todo lo expuesto anteriormente, hoy en día es posible convertir un desierto en fértil. Si en la actualidad, Egipto ha convertido su desierto en un bosque, lo que antes era un paisaje desértico, inhóspito y abrasador, ahora hay grandes manchas de árboles de alto valor económico como son el eucalipto, el papiro y todo esto gracias al agua que utilizan, contaminan y desechan, los 80 millones de egipcios diariamente, y que irónicamente es lo mejor para estos bosques llamados“hechos a mano”. Las aguas residuales, tienen muchos más nutrientes, nitrógeno y sustancias orgánicas muy convenientes para la tierra. Hoy en día se puede decir que, gracias a los ingenieros y a tantos estudiosos que hay en el mundo, nada es imposible, se pueden lograr cosas que hasta hace no demasiados años, hubiese sido impensable que se lograrían. PILAR MORENO 7 Octubre 2014

jueves, 2 de octubre de 2014

ALMA

Alma porque sufres, estás cansada de ocultar, las penas que te afligen, lacerada estás por ayudar sin fin, a quienes te rodean, solo sabes proteger y disculpar, a quienes con saña te flagelan, No sufras más alma Dios en el más allá, sabrá recompensar a quién en la tierra, fue tratado como su querido hijo. No hacen falta cruces, las palabras suelen crucificar y lastimar quizás con más dolor y profundidad solo encontrarás la paz, Alma cuando te encuentres a los pies del redentor solo entonces serás Alma verdadera. PILAR MORENO 2 Octubre 2014

martes, 16 de septiembre de 2014

TORMENTA

Se aproxima la noche noche de tormenta negro cielo truenos ensordecedores deslumbrantes relámpagos iluminando cielo y tierra rayos enfurecidos asolando la naturaleza sola en el prado la niña se encuentra de miedo tiembla, en el terreno sus pies se entierran cree que en cualquier instante, tragársela pueda nadie tiene a su lado recuerda al padre sin cesar nunca sola la hubiese dejado a esas horas trabajando la era siente el deseo de rezar un Padre nuestro, al Dios que la proteja tres Aves Marías a Santa Bárbara patrona de las tormentas desea que aquello acabe antes que el miedo la venza de pronto sobre su hombro una mano se aposenta otro brazo que la rodea un pecho caliente la envuelve levanta la cabeza ve la figura del padre muerto que ha vuelto para protegerla. PILAR MORENO 16 Septiembre 2014

jueves, 11 de septiembre de 2014

LOS DOLORES DEL ALMA

Dolores y penas, dentro del alma van un alma encogida, por sufrir una enormidad son dolores que desde fuera no se aprecian pero dentro de ella están ay… alma por qué tanto sufres ni lágrimas afloras ya son tan intensos dolores que de largo ahí están seres que a mi lado faltan amores perdidos tiempo ha desprecios y fatigas desde tiempo atrás tan intensos son estos dolores que al galeno fui a consultar pero este responde ay… niña solo tu esos dolores podrás apaciguar dándolos al olvido pues en la botica no hay remedio que tu alma pueda curar PILAR MORENO 10 Septiembre 2014

viernes, 22 de agosto de 2014

LA PLAYA

Paseaba la playa absorta en sus pensamientos un fuerte viento comenzó a sacudir su frágil cuerpo donde refugiarse no tenía todo su ser temblaba de frío las vestimentas salpicadas por las bravas olas los pies arrecidos por la espuma abrumadora sus brazos añoraban los suyos una vez más los sentimientos tornaron a él ay… si estuvieras aquí no tendría frío tus besos me abrigarían tu cuerpo cubriría el mío ay amor… si estuvieras aquí PILAR MORENO 22 Agosto 2014

EL VIENTO

Vuelvo la cabeza más nada veo solo escucho el sonido del viento una paloma vuela sobre mi cabeza hacia adónde irá? será el soplido del viento quién le haga volar cuántos mares habrá de cruzar para que los hombres al divisarla negocien la paz ese viento del norte o del sur surca los mares buscando lugares donde la paloma se haya de posar ese viento será sin duda quien le indique que lugares son los que necesitan la paz. PILAR MORENO 22 Agosto 2014

lunes, 4 de agosto de 2014

OBSERVACIONES

Soy más feliz desde que he reconocido que la vida merece la pena vivirla a pesar de todas sus dificultades y creo que he alcanzado la madurez cuando he comprendido que vivir en paz es el arte de vivir con lo que es imposible cambiar, también soy feliz a mi manera pues lo que dicen los demás que es la felicidad no es en realidad lo que yo siento. Nuestra vida es como un piano, se compone de teclas blancas y negras, ambas dan música y sentido a nuestras vidas, junto con las ideas que surjan en tu mente que te abrirán nuevos horizontes. Haz el bien siempre que puedas y olvídate de lo que has hecho pues a fin de cuentas los demás se olvidarán rápido de lo que has hecho por ellos. Ten en cuenta que la gente no cambia, solo se cansa de fingir. Las lágrimas que derramamos, se componen de agua en 1% y un 99% de sentimientos es por ello que nos duelen tanto las palabras que nos dice alguien que de verdad nos importa, si no fuese así, tendríamos los ojos siempre secos. PILAR MORENO 4 Agosto 2014

domingo, 3 de agosto de 2014

EL RECUERDO

Hace muchos años el néctar de tus labios probé soñaba con volver a saborearlo nunca se produjo otro hecho como aquel ha pasado mucho tiempo pero… ni tan siquiera tu muerte ha podido hacer que me olvide de él PILAR MORENO 3 Agosto 2014

domingo, 27 de julio de 2014

BAJO LA ENCINA

Bajo la milenaria encina casi dormitando con el susurro del viento el canto de los mirlos deleita mis oídos todos mis sentidos se relajan echan a volar los pensamientos libres sin ataduras solo son míos los recuerdos solo a mí pertenecen de nada he de dar cuentas a nadie pedirlas ya ha pasado demasiado tiempo sin desagravio posible una adolescencia quebrantada la juventud fragmentada sólo obediciencia, sumisión conformidad y temor al mimo tiempo aunque por dentro solo había subversión desprecio, deseos de poder volar hasta el infinito todo silente solo el corazón sabía mi sentir ocultar hasta el amor él más grande de los sentimientos amor puro limpio sereno sin pasiones ni arrebatos doliente en los adentros imperecedero en los tiempos pero… ya solo son recuerdos nada es retornable ya se agotó el tiempo ese amor se fraccionó por entero sin treguas ni demoras en mil pedazos se convirtió los mismos que se llevó una ráfaga de viento PILAR MORENO 27 julio 2014

miércoles, 23 de julio de 2014

LUNA Y SOL

Luna y sol, dos trabajadores insaciables uno de día y la otra de noche les fue encomendada la tarea de iluminar el mundo desde su creación, su amor es infinito más no coincidían jamás siempre había ella de esperar a que él se recogiese era entonces cuando comenzaba su gran tarea dar luz sobre el planeta los enamorados la esperaban alegres, gozosos era su momento, abrigados con su resplandor en cualquier rincón podían amarse y acariciarse hasta saciar su sed de amor era entonces cuando ella temblorosa y con envidia se preguntaba una y otra vez podré yo amar así algún día a mi enamorado como estaba en el firmamento tan cerca del creador, este le escuchó su queja más… de pronto le respondió tú no estás sola, las estrellas te acompañan pero de todas formas, yo elegiré algún día que podáis amaros intensamente sol y luna en el que os unáis en uno solo que sea una unión perfecta no sucederá muy a menudo deberéis aprovechar bien la ocasión haré que toméis un color anaranjado rojizo que desde todo el mundo se pueda apreciar la intensidad de vuestro amor como unas ascuas de fuego que no se os distinga a ninguno de los dos habréis de parecer uno solo y a ese momento lo llamaré “Eclipse” PILAR MORENO 21 Julio 2014

viernes, 4 de julio de 2014

MI ENAMORADA

A la caída de la tarde impaciente espero tu llegada miro por todas partes pero no encuentro nada De pronto te diviso ay, ya viene mi enamorada redondita, brillante, engalanada esa es mi luna, mi lunita blanca Pilar Moreno 4- julio - 2014

jueves, 26 de junio de 2014

ADIÓS MADRE

Era una tarde lluviosa, tremendamente oscura suena el teléfono, malas nuevas transmite si quieres verla con vida no debes demorarte. Un pequeño haz de luz iluminaba la estancia yacías sobre tu lado derecho los ojos cerrados al mundo y dabas los últimos halitos momento tan duro nunca imaginé, cierto era que no me querías muchas veces lo habías confesado. Nunca nos llevamos bien, pero… aquel momento llenó mi corazón de tristeza mi rostro de lágrimas inconsolables, sentada al borde de tu cama tomé tus manos entre las mías las besé y te acaricié el semblante, pálido, mortecino, sin ningún estímulo, ya no quedaba tiempo solo un adiós lamentable poco tiempo después, te convertiste en cadáver era tan duro perderte, perder a una madre Cuanto tiempo perdido que ya era irrecuperable recriminaciones continuas e inconfesables solo eso me hacías, de todo yo parecía culpable desde niña sentí tu desprecio tu ira, tu rabia y tus desmanes cierto fue que no te percibí nunca como madre me pregunté en ocasiones si tu hija era, nada teníamos que nos asemejase pero en esos momentos tan duros, mi corazón se salía del pecho que dolor tan grande atenazaba mi ser sabía que ya nada tenía remedio que nunca jamás te volvería a ver. PILAR MORENO

sábado, 21 de junio de 2014

LA NOVIA

Respeto y virtud ante el lecho se detienen enormes ganas de yacer juntos pero… eso no conviene ay si se enteran los padres ay si se entera la gente que sería de vosotros habladurías maledicentes no entienden ese amor que les abrasa la mente son tiempos difíciles y de amor nada entienden debes guardar pureza niña hasta el altar mismamente no comprenden tu quemazón que te abrasa hasta la frente solo quedan días todo el mundo te refiere pero para ti son años que corren lentamente no tengas prisa niña eres tú tan inocente que si entregas tu tesoro antes de los días siguientes puede que te arrepientas de haber sido tan valiente ese hombre promete bueno y honrado… parece eso es lo que dice de él pero no está demás que lo demuestre si te encamas con él antes de la boda puede que en la misma no esté presente los hombres son así les gusta abrir el regalo tras que las bendiciones les echen. PILAR MORENO

NATURALEZA

Bella, asombrosa, fuerte inspiras quietud, también desasosiego posees colores perfectos, exuberantes también preciosa en blanco y negro delicada, tu corazón está en todas partes tienes potencia, elegancia no necesitas que nadie te arregle te muestras perfecta y ostentas gran joyería conocedora muy bien del amor maravillosa, translucida, multicolor gustosa y muy sabrosa tierna con caras sorprendentes saboreas un buen baño en cualquier lugar donde haya agua danzas dentro del mar te comportas muy bella en la oscuridad domesticas animales misteriosa en tu interior puedes ser muy generosa disfrutas de la alegría ocultas muchos enigmas provees todo lo que necesitas te muestras al mundo esplendorosa otras veces extraña haces que algunas cosas parezcan otras eres reflejo en el agua artística como tu sola y siempre satisfaces tus deseos eso y todo eso eres tú nuestra madre naturaleza PILAR MORENO

ESA SOY YO

Esposa, madre, abuela dedicada por completo a mi familia he pasado mi juventud y madurez al cuidado de los míos para mi persona no existía nada más que eso ahora, a la edad que tengo no quiero rendir pleitesía a nadie pero que tampoco me la rindan a mí soy como soy mujer de mi tiempo, adaptada siempre al momento presente con ansias de aprender cada día nuevas cosas vivir cada minuto de los que me queden con la mayor alegría y sonrisa en la cara tratando de hacer feliz a todos cuantos me rodean no sé si lo consigo todas las veces pero la intención es esa ya no tengo edad para tonterías ni malos ratos si mi destino me los da, los aguantaré quiero ser sincera conmigo misma hablar a mi contertulio con toda confianza mirándole a los ojos como se debe hacer haciéndole saber que tengo los pies en la tierra que no es el momento para aguantar chaparrones que me gustan las cosas muy claras tanto para mi persona como para los míos ya es momento de replicar por lo que no me gusta de dar satisfacciones a mi persona poder decidir por mi misma de amar y ser amada como merezco mi esposo y mis nietos son lo primero uno y otros son los que más me necesitan los hijos en segundo lugar están ya saben valerse por sí mismos pero si me necesitan me tienen pero ya es mi hora la hora de comenzar la segunda juventud ya perdida o la tercera edad que apretando viene ya PILAR MORENO

sábado, 14 de junio de 2014

SEGUNDA EDAD AVANZADA

Tumbada en el lecho cosas hermosas soñaba siente como su corazón se acelera cuando a su mente llega el olor inconfundible del ser amado la ternura de sus manos recorriendo su cuerpo lentas caricias difíciles de olvidar sus ardientes besos los húmedos labios el sabor de besos tan deseados más de pronto la realidad, vuelve qué ha pasado, en qué nos hemos convertido ya no somos amantes ahora parecemos hermanos mucho cariño, comprensión y ternura siempre nos damos no falta el beso de buenas noches por la mañana también al levantarnos muy unidos seguimos estando pero ya sin amor desaforado lechos separados para no tener que molestarnos conversaciones sobre los nietos de las nuestras ya, ni nos acordamos es la segunda edad muy avanzada que nos va cogiendo de la mano PILAR MORENO

martes, 10 de junio de 2014

PIQUI LA COTORRA

Herida, te chocaste contra una ventana los inquilinos te recogieron y curaron tus heridas no sabiendo que hacer contigo me ofrecieron cuidarte eras tan bonita que no pude negarme llegaste en una jaula diminuta tú valías más que eso un chalet de tres plantas te compramos así, sería más leve tu cautiverio gozabas de nuestra compañía y al soltarte por las tardes dabas tus pequeños vuelos pon la estancia te posabas en nuestros hombros y hacías gracias cual niño pequeño nos acariciabas con tu piquito susurrando que se yo que cosas aprendiste nuestros nombres y hasta saludarnos por tu forma de piar ya sabíamos cuál de los miembros de la familia llegaba al hogar en verano te sacábamos a la terraza también debías tomar el sol estival pero, ay mujer, como a todas, el amor te perdió un día apareció un cotorro enamorado se posó sobre tu jaula qué te diría, con sus gorgojos no se separaba de ti ni un momento arrogante nos miraba, sin asustarse cuanto amor debía ofrecerte desde dentro arrumacos le hacías y comida tu le dabas una mañana te abrimos la puerta queríamos que tu amado entrase tanto que os queríais buenos polluelos podrían sacarse preciosos erais los dos, igualitos y de buena clase dudabais, os observamos mucho tiempo el no se atrevía a entrar tu desde dentro lo mirabas dos tortolitos parecíais ronroneando tras la reja buena mujer y decidida, saliste a la puerta el te invitó a volar y de seguido abandonaste la cancela nunca más supimos de vosotros dónde iríais a parar. PILAR MORENO

LOS GIRASOLES

Todos sabemos lo que son los girasoles, es esa planta que puede alcanzar los dos metros de altura, que está compuesta por unas hojas verdes acorazonadas, así como de una flor grande amarilla y en su centro contiene unas semillas, llamadas pipas que una vez bien granadas, tanto crudas como tostadas hacen las delicias de niños y mayores. También de esas semillas, una vez prensadas se extrae el aceite de girasol que muchos de nosotros utilizamos para cocinar. Su origen proviene de América del Norte, habiéndose extendido sus cultivos también por Argentina, Chile, etc. y en nuestro país se cultiva en tierras de secano como la Meseta Castellana, de donde se saca gran producción para elaborar el aceite. Si nos seguimos dirigiendo a los girasoles, también observamos que en pintura, Vicent van Gogh, pintó varios cuadros con este motivo. Es uno de los cuadros más famosos de la naturaleza muerta y no se comprende cómo nos puede subyugar de tal manera que nos paraliza, nos hipnotiza, como pocos cuadros pueden hacerlo. Vicent van Gogh, sale de Paris para instalarse en Arles, en la “casa amarilla” para formar un taller de pintura. El sol del mediterráneo parece cautivarlo. Allí no tiene ni amigos ni familiares, parece como si, por así decirlo que no es un foco de pasado ni futuro. Decide invitar a su casa a Gauguin quien en esa época está en banca rota quien decide aceptar la invitación y el dinero que le ofrece Vicent le viene muy bien. Van Gogh se emociona y comienza a pintar girasoles para decorar la casa. Un motivo que Gauguin elogió. Así comienza a pintar los girasoles en varios cuadros, aunque el más famoso es un jarrón de 15 girasoles, que se conserva en la National Gallery de Londres. También podemos hablar de otros girasoles, los que dan vida y alegría durante el día a una serie de ancianos afectados de Alzheimer, haciendo que sus cuidados y atenciones les colmen de felicidad, al tiempo que las familias de los mismos puedan tener unas horas libres durante la jornada, bien para trabajar en la mayoría de los casos, como para atender otra serie de tareas. Es un centro que está colaborando con la Seguridad Social y distintas compañías de seguros para facilitar el pago de estas personas. Se llama “CENTRO DE DÍA LOS GIRASOLES”, se encuentra en pleno centro de Madrid. PILAR MORENO

miércoles, 4 de junio de 2014

CUALQUIERA DE NOSOTRAS

Llevo pensando muchos días en la tarea encomendada. Realmente no resulta fácil el tema sobre el que debemos hacer un relato, por eso he decidido contaros una historia que bien podría ser la de cualquiera de nosotras. Somos mujeres de nuestro tiempo que hemos sabido adaptarnos a las circunstancias de los tiempos que corren y que además hemos procurado a nuestra edad, buscar una distracción cultural, que nos permite amén de relacionarnos con otras personas con nuestras mismas aspiraciones, adquirir en muchos casos unos conocimientos que en nuestra juventud no pudimos conseguir. La mujer a la que me voy a referir, proviene de una clase media trabajadora, la cual al terminar los estudios que en su casa le pudieron proporcionar, se puso a trabajar en lo que realmente salía. Era una época en la que realmente se encontraba trabajo con facilidad, pero también es cierto que en la mayoría de las ocasiones no te daban de alta en la Seguridad Social y mucho tiempo después de haberse deslomado en el trabajo, descubría que si algo le sucediese, nadie se haría cargo de ella pues el único beneficiado de su trabajo había sido el patrón y en muchos de los casos al llegar ahora el tiempo de su jubilación, se encuentra con que nadie ha cotizado por ella o en su lugar si lo han hecho ha sido por una cantidad tan ínfima que no le permita tener retiro alguno. Nuestra amiga, trabajó duro durante varios años y en diferentes ocupaciones. Sólo los últimos años fueron los cotizados en su favor. Muy joven decidió casarse con un buen hombre y aunque los primeros tiempos fueron duros hasta que se fue organizando la nueva vida, había que pagar letras de piso, amueblarlo, vivir y en aquella época lo primero que llegaba tras unos meses de casados era el primer hijo y no precisamente con un pan debajo del brazo como decían, si no que aumentaba en una cantidad muy considerable los gastos de la pareja. De todas formas, ella se hizo muy bien a la nueva situación, trabajaba solo en su casa para su esposo y el hijo recién llegado y formaban una familia feliz. No tardaron mucho tiempo en marcharles las cosas mejor, el marido comenzó a ganar más en la empresa en donde estaba empleado, ascendió de categoría y la vida comenzó a sonreírles. Al poco tiempo otro hijo se presentó en su hogar, esto les llenó de felicidad y gozo. Todo marchaba a las mil maravillas, ya se podían permitir muchos lujos, alternar con amigos etc. etc., pero las cosas que tiene esta perra vida, de pronto el dueño de la empresa en que trabajaba el marido decide venderla al mejor postor y todo da un giro de 180º. Las cosas comienzan a ir de mal en peor y hay que apretarse el cinturón hasta que de puro apretado les hacía ahogarse. Con mucha paciencia nuestra amiga ve pasar el tiempo y poco a poco se van solucionando los problemas que les acuciaban y comienzan a levantar cabeza como vulgarmente se dice. Vuelven los buenos tiempos, a sus hijos les dan buena educación, carreras y caprichos, hasta verlos bien situados, casados y con hijos pero… llega la maldita crisis, si maldita pues ha dejado a mucha gente en la más estricta de las miserias. El caso que nos ocupa, les ha pillado ya jubilados, pero como la jubilación la recibieron en tiempos en que todavía circulaba en nuestro país la peseta, al cobrar la misma en euros, la cosa ha cambiado mucho y realmente a peor, por lo que nuevamente han tenido que apretarse el cinturón y aunque no se ahogan, tampoco tiran cohetes. Por eso no dejo de pensar “Que quien soy yo” para decir nada de las personas que veo a mi alrededor, que antes vestían de marcas y ahora las ves comprando en el mercadillo, que iban a buenos restaurantes y ahora no salen de casa, que a la hora de hacer sus compras más indispensables van buscando lo más económico. Y sobre todo que muchas de las personas que en la situación de nuestra amiga, con su jubilación están manteniendo a los hijos y nietos. Me reitero en decir maldita crisis y quienes nos metieron en ella. PILAR MORENO

lunes, 2 de junio de 2014

ABDICACIÓN DEL REY

Todas las televisiones del país a las doce del medio día, dan la noticia sorpresa de la renuncia al trono de S.M. DON JUAN CARLOS I, para dar paso a su querido hijo, hoy Príncipe de Asturias y que en poco tiempo reinará con el nombre de FELIPE VI. Profundo y sincero agradecimiento al hasta ahora Jefe del Estado, pues gracias a él se hizo realidad una transición en paz en nuestro país y que después de 39 años de reinado y a pesar de todos sus defectos y errores, creo que ha sabido conducir al país en una de las democracias más libres del mundo. Por otro lado ha representado a España por todos los países del planeta y ha conseguido que fuera de nuestras fronteras, se nos considere como una gran nación. Hay que reconocer también que no ha sido nada fácil su tarea pues ha tenido que soportar muchas dificultades y muchos sufrimientos. Sobre todo en los últimos tiempos en los que su propio comportamiento y el de algunos miembros de su familia, no se han correspondido con la honestidad que su cargo exigía. También agradecimiento a su esposa DOÑA SOFÍA que a pesar de las dificultades, ha sabido estar en todo momento en el lugar que le correspondía. Ahora queda esperar que el sucesor al trono, sepa seguir los pasos de su padre con la dignidad y honestidad que el cargo requiere, representando a España y estar a la altura de lo que esta necesita. Tengo el convencimiento de que sin duda lo hará, pues preparación y experiencia no le faltan y para eso ha sido educado desde su más tierna infancia para cuando el momento llegase. PILAR MORENO

martes, 27 de mayo de 2014

DE MADERA BLANDA

Hace unos cuantos años, ya lejanos, había un leñador cuyo trabajo consistía en talar pinos. Se ubicaba su labor en la sierra de los Picos de Urbión a más de 2000 metros de altitud. Gustaba de una vez talado el pino correspondiente, guardar una rodaja del tronco, unas veces más gruesa y otras más fina, para en sus ratos libres tallar figuras de madera. La madera de pino, es blanda y por lo tanto manejable para su gran entretenimiento. Tenía bastantes figuras creadas de diferentes tamaños y modelos, pero de pronto se le vino a la mente realizar una familia al completo. Se encontraba en el valle del Revinuesa, muy cerca de la Laguna Negra, la cual se sitúa en un impresionante glaciar y rodeada de pinos centenarios. Esta laguna, oscura, fascinante y enigmática, envuelta en leyendas, forma uno de los parajes más bellos de la provincia de Soria. Según cuentan las leyendas, la Laguna Negra, no tiene fondo y se dice que se comunica con el mar, mediante cuevas y corrientes subterráneas. Tal y como había pensado, comenzó a formar la imagen de un hombre, con las vestimentas de muy atrás, después continuó con la de la esposa. Estaba contento de cómo iba quedando su trabajo. Por eso continuó con el resto de la familia que se había propuesto formar. Se había vasado en los Arvargonzález, una de las leyendas más famosas sobre la Laguna Negra. En total debía moldear ocho figuras, padre, madre, Juan, Martín y Miguel, los hijos, así como las esposas de estos. Una vez finalizado su trabajo, lo miraba y volvía a mirar, orgulloso de cómo habían quedado las figuras, se había esmerado en ellas y realmente parecían esculturas vivientes, eran de pequeño tamaño, pero de una verosimilitud asombrosa. En su proporción, solo les faltaba hablar. Las colocó con vanidad sobre un arcón de la casa en la que moraba y con buen criterio pensaba que era su mejor obra. La primera noche que se retiró a descansar, una vez finalizado su trabajo, en sueños parecía que alguien hablaba en la habitación contigua. Se levantó a mirar si alguien había entrado en sus aposentos y lo que más le preocupaba es que le quisieran robar su obra. Nada raro observó por lo que volvió al catre quedándose dormido con toda tranquilidad. A la noche siguiente sucedió lo mismo, pero en esta ocasión, se dio cuenta de que asombrosamente lo que sucedía, es que de entre las figuras salía una voz que relataba la leyenda que tantas veces a lo largo de su vida había escuchado del populacho. I Siendo mozo Alvargonzález, dueño de mediana hacienda, que en otras tierras se dice bienestar y aquí, opulencia, en la feria de Berlanga prendóse de una doncella, y la tomó por mujer al año de conocerla. Muy ricas las bodas fueron y quien las vio las recuerda; sonadas las tornabodas que hizo Alvar en su aldea; hubo gaitas, tamboriles, flauta, bandurria y vihuela, fuegos a la valenciana y danza a la aragonesa. II Feliz vivió Alvargonzález en el amor de su tierra. Naciéronle tres varones, que en el campo son riqueza, y, ya crecidos, los puso, uno a cultivar la huerta, otro a cuidar los merinos, y dio el menor a la Iglesia. III Mucha sangre de Caín tiene la gente labriega, y en el hogar campesino armó la envidia pelea. Casáronse los mayores; tuvo Alvargonzález nueras, que le trajeron cizaña, antes que nietos le dieran. La codicia de los campos ve tras la muerte la herencia; no goza de lo que tiene por ansia de lo que espera. El menor, que a los latines prefería las doncellas hermosas y no gustaba de vestir por la cabeza, colgó la sotana un día y partió a lejanas tierras. La madre lloró, y el padre diole bendición y herencia. PILAR MORENO IV

sábado, 24 de mayo de 2014

QUÉ NO DARÍA YO

Qué no daría yo por estar sentada contigo en ese parque florido poder abrazarte de nuevo Qué no daría yo por volver a ver esa sonrisa dulce y tierna en tu cara Qué no daría yo por escuchar de tu boca palabras de amor Qué no daría yo por acariciar tus suaves manos tu pelo brillante Qué no daría yo por verte de nuevo tapado en capa española elegante, señor, bizarro Qué no daría yo Ay… qué no daría yo Por volver al pasado PILAR MORENO

INFELICIDAD

Mucho amor le dieron pero no lo supo apreciar no tuvo miramientos en separar al hijo del padre mientras postrado estaba el esposo quién lo iba a pensar que sus deseos amatorios corriendo fura a calmar cuantas miserias arrastra añoraba felicidad pobres maltratadas dieran su vida por la que llevaba ella, decía tan mal trabajo, dinero y un buen hogar un marido que todo se lo daba no eran suficientes, quería más y más sus peticiones fueron ya denegadas el amor se terminó ya con maleta y niño al hombro en brazos de otro hombre se fue a refugiar no tuvo miramientos separar al hijo del padre qué peor delito pudo iniciar cuando tanto amor le dieron y no lo supo entender ni aprovechar. PILAR MORENO

SEMBRANDO

Con vientos huracanados Te pusiste a sembrar Lo que se siembra se recoge Una vez y otra vez más Si en baldío has sembrado Qué esperas recolectar Bien has de escoger el terreno En barbecho debía de estar Si no fuese así Solo miseria recogerás La semilla debe ser buena Con amor la has de regar Si así no haces esto, nada cosecharás Quién quiere ver el Arco Iris Antes la lluvia ha de soportar PILAR MORENO

EL BESO

Como un glaciar el corazón Sin esperanza en el tiempo De pronto escuchó Honestas palabras de amor Conservó la serenidad Nunca le hubiera dado un beso Más… en aquel beso robado Entregó todo su ser Supo con él todo lo que era Sus ansias, sus anhelos, Sus actos serenos Su forma de querer Muchos sueños se cumplieron Desde aquel atardecer El glaciar se ha deshelado En volcán el corazón convertido Por un beso robado Que en su esposo ha transformado PILAR MORENO

viernes, 23 de mayo de 2014

EL OCASO

El ocaso es inminente todo lo que queda es pasado del presente nada sabe el futuro inexistente no es un orate su sesera no discierne la vida trascurre pero… ella está ausente busca con su triste mirada las ausencias de su mente. PILAR MORENO

miércoles, 7 de mayo de 2014

EL EPITAFIO

No pensé jamás tener que escribir un epitafio para alguien; ahora por exigencias del guión voy a intentar acometer este trabajo. Es muy difícil hacerlo ya que, aunque el muerto hubiese sido lo peor del mundo, no sé por qué, a la hora de la muerte, llegan las alabanzas. Siempre escuchas lo mismo, (era tan bueno, tan compasivo, tan espléndido) según a quién se lo oigas decir, te dan unas ganas tremendas de responder; “habrá sido así contigo pues con los demás”, o como en cierta ocasión tuve que escuchar lo siguiente “Era tan buen cristiano, toda su vida la llevó marcada por el camino de la religión”. No era el momento más acertado de contradecir al sacerdote, ni el lugar, pues se estaba celebrando su funeral; la pura realidad es que el difunto, la iglesia la veía cuando pasaba por su puerta, y dentro debió pasar en contadísimas ocasiones, como sería su boda y la de sus hijos, bautizos de nietos y comuniones. Para la citada persona solo se me ocurre un epitafio, haciendo referencias a sus gustos y prioridades: “Sentadito en la cama del hospital murió, sin nadie que lo molestara, nadie hasta mucho después se enteró, pues por no hablar, no dijo ni adiós”. Fue persona de pocas palabras, de carácter huraño, de pocos amigos. Amante de la soledad, lo que más le gustaba era estar tumbado en la cama, en su época de trabajador, los sábados llegaba a casa comía y se acostaba en la cama hasta el próximo lunes que se levantaba para volver a su trabajo. La parca lo visitó en el momento oportuno, contaba 97 años de edad, hubo que ingresarlo de urgencias por un tremendo dolor en una pierna. Según dijeron los doctores, después de un amplio examen, era un trombo y si no se le disolvía habría incluso que amputarle la pierna. Cuando entraron los hijos a verle en la hora de la siguiente visita, lo encontraron muy tranquilo sentado en su cama con los ojos cerrados. Tal y como lo habían dejado, antes de que les dijesen que allí no podían estar; estaba en urgencias y solo se permite la hora reglamentaria de visita. Se había ido en silencio como estuvo casi toda su vida y nadie se había enterado. PILAR MORENO

ESCRIBEME UN EPITAFIO

Cómo hacer un epitafio si tu cuerpo en tierra no reposa, en nicho, ni tumba, donde poderlo depositar. De tus restos favilas consumaron la remembranza de tu existencia, sobre la heredad queda ya, grandeza y humildad en la vida, silente al caminar, fugaz en tu marcha, dónde colocar ese epitafio que en mi alma brota ya PILAR MORENO

domingo, 4 de mayo de 2014

AMANTE

Sin dotes ni boatos Anillos caros o baratos No esenciales para el amante Solo susurros al oído Desabrigando el alma Roces dulces, apasionados Manos tenues y gozadoras Recorriendo la envoltura Que abriga este cuerpo Haciéndolo fallecer de gozo Excelsa forma de besar la tuya Voluntad toda arrebatando Para convertirse en tu señora Presa estar de tus goces De por vida y en la Gloria Complacida, de amador semejante PILAR MORENO

LA MADRE

Mujer que con ilusión esperas Que el fruto de tu vientre Con un beso y una lustrosa sonrisa Constriña entre sus brazos todo tu ser Observando en su mirada Amor infinito por quien la vida le dio Más… baldías fueron tus enseñanzas Aquellas que con tanto amor Desde que en tus entrañas germinó Quisiste grabar en su memoria Al paso del tiempo, de su mente las borró Ya no queda nada de aquello Solo siente que es tu obligación Cumplir con sus deseos Y aunque hombre se hizo ya Sentirse como niño pequeño PILAR MORENO

martes, 29 de abril de 2014

LA BRISA

Una suave brisa fluye alrededor Con discreto susurro pregunta: ¿Qué fue de tu primer amor? El viento responde: A los volátiles he de preguntar Si alguna brizna de ceniza vieron volar Si algo quedó de su cuerpo Hendiendo por el infinito, ¡Tantos años hace ya! Acecho su respuesta Más ninguno la da Comprendo en el silencio Que ni ceniza queda ya PILAR MORENO

domingo, 27 de abril de 2014

EL NOCTURNO DE CHOPIN

Una perfecta noche de primavera, el firmamento reluciente de las más bellas estrellas, la luna iluminando aquel jardín con su brillante luz, era el lugar perfecto para que Clara y Álvaro paseasen su amor. Habían cenado con las familias, en cuyo acto se había efectuado la petición de mano de Clara y se había fijado la fecha de la boda que se celebraría en un corto espacio de tiempo. Ya se habían retirado todos a sus aposentos, entonces fue cuando Álvaro le pidió a Clara dar un paseo por los jardines del palacete, había pedido al mayordomo con anterioridad, que en el templete que estaba junto a la rosaleda, les pusiese música. El fiel criado, conociendo los gustos del señorito, colocó en el gramófono los nocturnos de Chopin. Sobre todo el número uno que se le había oído escuchar miles de veces. Al llegar al lugar, Clara se quedó extasiada escuchando aquella maravillosa música, tan perfecta y tan bien escogida para la ocasión. Se sentaron los dos en el banco de piedra y mirando hacia el éter, se dijeron las palabras más bellas de amor que hasta ese momento se habían manifestado, jurándose amor eterno. Mientras se arrullaban con esa dulce melodía, Álvaro se atrevió a decir a Clara las mismas palabras que Frederick Chopin había dedicado a Camile Pleyel cuando compuso para ella los tres primeros nocturnos, piezas que verían la luz en 1832 -Cierro los ojos y me dejo llevar por las sendas inescrutables de los sueños de la fantasía del amor. Ningún otro acorde me puede llevar tan lejos, tan alto, tan profundo, ninguna nota tan perfecta, tan intensa, tan especial. La candencia es el cielo raso en una noche de primavera, es fragancia de las flores al nacer, es nada y es el universo-.

viernes, 25 de abril de 2014

MIL BATALLAS

Con aguerrido esfuerzo En esta vida luche Muchas batallas libré Por conseguir un buen amor Con la ilusión ya cumplida Mucho llanto en los ojos Continua congoja en el corazón Por conservar el amor Más… de nada me arrepiento Ese amor fue grande Vacío en algún momento Algún que otro tormento También buenos momentos Pero no valen los lamentos Después de tanto tiempo Más las batallas que perdí Con paciencia y talento Han ganado al adverso En tiempo y movimiento Ya no mira el reloj Ya no pregunta la hora ¿Cuándo volverá la señora? Para que esté todo dispuesto PILAR MORENO

jueves, 17 de abril de 2014

FLAVIANO

Bondad en la mirada Nobleza en el corazón Todo el mundo te quería Buena debía ser la razón Tu palabra empeñaste Delante del altar Mucho sufriste por tu entrega Y la vida te dejaste al final Amigo de tus amigos Trabajador insaciable Esposo sumiso y cariñoso Yerno excepcional Padre adorable Abuelo sin igual Pronto saliste de este mundo Te fuiste sin avisar Tu hija querida Nunca olvidarte podrá Destrozada la dejaste Honda herida difícil de cicatrizar Al padre no se le olvida Nunca, jamás. PILAR MORENO

domingo, 13 de abril de 2014

MANUELA

Adusto semblante el tuyo Pocos amigos en derredor Ceño fruncido Ácido carácter Prepotencia con los demás Rencor a flor de piel Celosa del patrimonio Altiva en el hablar Pensar negativo Esposa posesiva Madre indiferente Abuela singular A los ojos del mundo Un extraño ejemplar PILAR MORENO

sábado, 12 de abril de 2014

AQUEL SALÓN CON SONIDO

Petra se había enamorado de él nada más verlo. Sabía que en ese momento no podía hacer nada pues era domingo y no era él día más apropiado, tenía prisa por llegar a casa, solo había salido a hacer unas comprar de última hora para agasajar a la familia que venía a celebrar el cumpleaños de su esposo. Durante la comida hablaron de muchas cosas entre ellas de lo que a ella le gustaría tener un reloj de pared en su salón, era muy amplio y cuando no había nadie, era muy silencioso. Había diferentes opiniones, a unos les gustaba colgado, a otros de pie, otros decían que de consola era muy elegante, cada uno expresaba lo que sentía e incluso en algunos de los parientes llegó a ver entre líneas como si se estuviesen mofando un poco de ella. No entendía por qué pues no era ningún capricho extraño, en muchas casas aún sin ser de alto standing los había. Podría ser incluso una compañía para cuando Adolfo su esposo estaba de viaje, el sonido del tic-tac parecería que allí tenía su corazón latiendo y cada vez que sonasen las horas, sabría que quedaba una menos para su regreso. Adolfo no dijo nada al respecto, parecía no dar importancia a lo que Petra estaba comentando, lo tomó como un comentario más de las cosas que le gustaría tener, pero de las que luego se olvidaba y no volvía a mencionar. El lunes cuando su marido se fue de viaje, Petra se fue corriendo a la relojería, entró y pidió al dependiente le mostrase ese reloj que había colgado en el escaparate y que nunca antes había visto allí expuesto. El muchacho así lo hizo, le mostró el reloj, dijo el precio y Petra lo aceptó pagándolo en el acto. Lo único que debía de hacer el empleado era llevárselo a casa y colgarlo en la pared que ella había escogido. ¡Qué bonito era! estaba encantada, se pasó toda la semana mirándolo, pues cada vez le hacía más gracia el ver salir al pajarito cuando daba los cuartos y al dar las horas unos diminutos bailarines danzaban tocando con sus trompetas una alegre melodía. Cuando Adolfo regresó el viernes por la tarde, ella no le dijo nada de su adquisición, pero al rato de estar en casa le preguntó ¿Qué es ese pájaro que suena en el salón? Entonces ella emocionada le preguntó, ¿te gusta, a que es bonito el sonido? ¿No habrás traído un animal a casa, sabes que no lo soporto? No cariño, no es de verdad, ven y lo verás. ¿Pero… que has hecho? Era cierto que querías un reloj de pared, con lo que sabes que me molestan los ruidos. Bueno pero este es diferente, espera a que de la hora y verás que belleza, que elegancia, en los cuartos es un poco soso el pajarito, pero en las horas ya verás, ya verás. De pronto, mientras Petra trataba de convencerlo, dio la hora en punto y Adolfo sin más le dijo: Ya puedes descolgar ese trasto y que yo no lo oiga, me ponen de los nervios estos aparatos, encima con esa estridente música, no quiero verlo más. Pues no pienso hacerlo, es la ilusión de mi vida tener uno desde que era jovencita y al fin lo he conseguido. Dio media vuelta y se fue a la cocina a preparar la cena. Cuando tocó la siguiente hora, Petra escuchó un tremendo ruido en el salón, fue corriendo y cuál fue su sorpresa al ver que Adolfo, había tirado una de sus botas contra el reloj. Pero… ¿Qué has hecho? mi reloj, ay mi reloj. Adolfo entonces contestó muy seriamente, pues ya lo ves querida he salido de caza y he matado un pájaro y de paso a la orquesta para que no toquen en su funeral. PILAR MORENO

lunes, 7 de abril de 2014

EL BAÚL

Como si de un baúl se tratase, Rebusco en el interior del corazón Hago aflorar lo que en su fondo se percibe Lo que ya no sirve, a un lado aparto, Sigo escudriñando, más… ¿Habrá algo que merezca la pena? Malos ratos, sinsabores, penas Con ahínco me entrego en la indagación Llegaré a encontrar alegrías plenas Algunas hallo, ya viejas Otras en cambio, mucho más nuevas He de dejarlas arriba Para que todo el mundo las admire Son muy tiernas ahora Habrá que dejar que crezcan Que cuaje la savia nueva Y en sus corazones Nunca asome la tristeza. PILAR MORENO

domingo, 6 de abril de 2014

LA LLUVIA

Triste día de otoño Golpean cristales Inclementes gotas de lluvia Miro la calle sin ver Lágrimas en los ojos La vista se nubla Ácidos pensamientos El alma se retrae Un miedo profundo Atenaza mi cuerpo Se acerca un final temprano Vil silencioso y sin esperanza La soledad cercana Anuncia su dominio PILAR MORENO

sábado, 5 de abril de 2014

SI VOLVIERAS

Si volvieran a mirarme esos ojos Si pudiera escuchar esa inigualable sonrisa Si tus manos se volvieran a posar en las mías Si pudiera recibir aquellas caricias Que distinta sería la vida Que gozo habría en nuestras almas Que fácil sería vivir Ahora sin ti muero de desesperanza PILAR MORENO

domingo, 30 de marzo de 2014

LA TRISTE VIDA

Tenían hambre y algo había que darles para acallarla. Se fue al supermercado para ver lo que podía conseguir. El dinero no le alcanzaba para mucho, apenas unas verduras. Tendría que apañarse esos días como pudiese. La pensión todavía tardaría en llegar. Eran cuatro bocas más la de ella y los pobres no tenían culpa de nada. Aurora, que así se llamaba, había tenido cuatro hijos. Era una mujer de la calle. Había luchado todo lo que había podido para sacarles adelante. Un cliente, ya mayor y enfermo, se apiadó de ella, sabía que era buena mujer pero la vida no le había dado oportunidades. Le pidió que se casase con él a cambio de atenderlo hasta el fin de sus días. Pondría todo a su nombre y le dejaría la pensión. Cumplió con su promesa, Aurora se casó con él y lo poco que poseía ahora era de ella. El pobre hombre no duró ni un año pero los chavales y ella al menos tenían un techo donde cobijarse en propiedad y una pensión que aunque pequeña, les permitiría sobrevivir. Ella no quería volver a la calle, se había acostumbrado a estar en casa y atender a sus hijos. Eran pequeños, relativamente, Joaquín, el mayor tenía 12 años, Gabriel 9, Tomás 6 y la más pequeña Clarita apenas 4. Le había prometido a Arcadio, el difunto que no volvería a ejercer su profesión y así el día de mañana sus hijos no se tendrían que avergonzar de ella. Estaba dispuesta a cumplir con lo prometido, pero la pensión ya tardaba demasiado en llegar. Buscó unas casas para trabajar y sacar para ir tirando. Encontró enseguida alguna, que aunque no fuese muy de su agrado, no dudó en cogerla. Aquellas criaturas debían seguir con su vida. Logró una para cada día de la semana. Una de ellas, correspondía a un señor que vivía solo. Una casa en la que no había mucho que hacer, pero en un principio si mucho que poner al día. El señor era viudo, ya jubilado y en Aurora encontró a su Ángel de la Guarda. Con el paso de los meses y viendo lo bien que lo atendía, le propuso que dejase las otras casas y se dedicase sólo a él. Aurora lo pensó y cuando vio que realmente le interesaba, decidió aceptar. Era más cómodo ir a una sola casa y siempre sería ella sola la que tocase las cosas. El viudo que no tenía hijos, ni familia cercana, viendo lo maja que era Aurora y lo bien que lo atendía, decidió que se casase con él y así le dejaría su pequeño patrimonio y su pensión para que sin esfuerzos pudiese sacar adelante a sus hijos. Sabía que era viuda, pero nunca le dijo que los hijos no eran del finado y que ella había ejercido la prostitución. Aurora, hizo sus cálculos y viendo que la pensión de Ricardo era mayor que la de Arcadio, aceptó. Se casaron en no mucho tiempo y todos fueron a vivir con Ricardo. Los chavales, estaban encantados, la casa era mucho más grande y con más comodidades. También tenían una especie de padre. Ricardo, al ser ya mayor tampoco les ponía muchas pegas a lo que hiciesen o dejasen de hacer, para eso estaba ya su madre. Pasaron unos años, y lógicamente Ricardo la palmo. Todos se sentían tristes, él había sido un buen hombre para con ellos. Joaquín, ya había cumplido los dieciocho años y sabía lo que aquel hombre había significado para ellos, les había permitido poder estudiar y a su madre que no la faltase de nada. Aurora se había convertido en una señora de su casa y tenía a sus hijos bien atendidos. Iban creciendo y ya no la necesitaban tanto. Ella comenzó a salir con amigas y a divertirse un poco pues hacía muchos años que no lo hacía. Se sentía muy renovada. La pensión que de Ricardo le había quedado era alta, el pequeño patrimonio que la había dejado y el pisito de Arcadio que había alquilado, era más que suficiente. Se apuntó a unas clases de bailes de salón. Iba todos los días y lo pasaba de miedo. Allí conoció a un empresario separado y se hicieron muy buenos amigos. Se divertían de lo lindo. De los bailes comenzaron a salir a solas, a cenar, al cine, la acompañaba a casa. Al final se hicieron novios. Con el tiempo y al estar los dos libres, decidieron casarse. Dicho empresario, Germán, vivía en un chalet de su propiedad en una elegante urbanización, decidieron trasladarse a él. Joaquín no quiso marcharse con ellos y Gabriel que ya tenía más de los dieciocho dijo que se quedaba con su hermano. Se fueron pues a vivir con los dos pequeños. Fueron muy felices. Germán, que con su ex había pasado lo suyo, consideró que era oportuno poner la casa y todas sus pertenencias a nombre de Aurora. Fueron más de diez años de matrimonio. Habían casado a los dos mayores. Una mañana al levantarse, Aurora fue a despertar a Germán. -Germán, vamos despierta. Hoy se te han pegado las sábanas-, pero él no contestaba ni se movía. Comenzó a moverlo, pero el pobre Germán estaba tieso. Un infarto se lo había llevado de este perro mundo. Aurora desesperada, llamó a sus hijos. Lo enterraron al día siguiente. Debía arreglar los papeles. De Germán se había llegado a enamorar, había sido muy bueno con ella, al ser de su edad, lo habían pasado muy bien juntos y para ella ahora que creía haber encontrado la felicidad, fue un mazazo terrible. Al llegar al banco, se encontró con lo que jamás hubiese pensado. Germán había dejado a su nombre 50.000.000€ más la pensión vitalicia. No lo podía creer, nunca le había hablado de lo que realmente tenía. Se limitaba a decirle que tenía unos ahorrillos que el día de mañana serían suyos. Ella había pasado tanto. Tantas penurias en su vida, que con lo que en la actualidad tenía, se sentía satisfecha. Los hombres de bien con los que había tropezado, la habían tratado maravillosamente y habían puesto a su disposición todo lo que poseían pero, esto, después de lo feliz que había sido con él, era demasiado, la había convertido en millonaria. Nunca lo hubiese podido imaginar. No debemos desesperar cuando la vida nos trate mal. Hay que pensar siempre que algún día todo se arreglará y podremos olvidar el triste pasado. PILAR MORENO – Enero 2014

FINAL DE AÑO

En la sala de espera de aquel hospital Julia y Pepe esperaban noticias sobre el estado de su hijo, José que había sufrido un accidente de tráfico en la última noche del año. Todos los avisos que ellos le habían dado habían caído en saco roto y como tantos otros jóvenes pensaba que a él nunca le iba a tocar. Había tomado las uvas en casa con sus padres y sus hermanos y había salido de marcha para juntarse con sus amigos en la discoteca que uno de ellos poseía. Pasaba el tiempo y nadie salía a darles ninguna noticia, aquella situación era desesperante. Julia lloraba y lloraba pues no tenía ni idea de lo que a su pequeño le podría haber pasado. Pepe daba vueltas como un león en una jaula y se hacía las mismas preguntas que su mujer con los nervios destrozados. En la misma sala había otra pareja, Constanza y Roberto que, abrazados y muy pensativos permanecían sentados en un rincón como si casi no se atreviesen a moverse. Esperaban noticias pero tampoco nadie les daba razón alguna, solo sabían que su hija Marta había tenido un accidente, eso fue lo que la guardia civil les había comunicado por teléfono y que de inmediato se personasen en aquel hospital. Pasaron casi dos horas cuando, dos doctores salieron a llamar a los familiares de José y de Marta. Los cuatro como si los hubiesen puesto un resorte, saltaron hacía los médicos ávidos de noticias. -Los padres o familiares de José preguntó el facultativo- Nosotros somos dijeron rápidamente Julia y Pepe, ¿cómo está nuestro hijo? -Sentimos tener que darles esta noticia- Su hijo ha muerto, no hemos podido hacer nada para salvar su vida, era demasiada la gravedad con la que ha ingresado y aunque hemos hecho todo lo que la ciencia nos permitía, no nos ha sido posible sacarlo adelante-. -Ustedes son los padres de Marta, de dirigió uno de los médicos a Constanza y Roberto--Si señor contestaron con la voz entrecortada- -No tenemos muchas mejores noticias para ustedes- Marta ha sufrido en la colisión un tremendo impacto lo que no la va a permitir volver a hacer una vida normal. Ha quedado parapléjica.- Por Dios que tragedia gritó Constanza, no puede ser que a mi niña le haya pasado esto. Seguro que ese animal iba borracho y nos la ha desgraciado para toda la vida. -Cálmese señora- Ese animal como acaba usted de decir es el muchacho que ha fallecido, por favor tenga un poco de respeto pues ha de saber que no solo no estaba borracho, sino que además ha sido su hija la que lo embistió en un paso de cebra, llevándoselo por delante dejándolo muerto en el acto y además ha herido a otras dos personas de menor gravedad, las cuales junto al muchacho iban andando tranquilamente, los testigos que todo lo han visto así lo aseguran y por otro lado, su hija a la cual han tenido que recatar los bomberos de dentro de su automóvil, que ha arrancado de cuajo una farola de la vía pública, cuadruplicaba la tasa de alcohol permitida. Roberto, aún con los nervios propios de la noticia que acababa de recibir, se acercó a Julia y a Pepe, dándoles su más sentido pésame y pidiéndoles perdón por los exabruptos que su esposa acababa de proferir contra su hijo. Él reconocía que era muy doloroso lo que a su hija le había ocurrido pero, ella estaba en el mundo aunque mal parada, sin embargo ellos no le volverían a ver más, era su hija la que se lo había arrancado de cuajo de sus vidas. Era una historia como tantas hay en estos días, una historia triste y de las que en muchas ocasiones, los padres cerramos los ojos y pensamos que los contrarios son los malos. Roberto sabía que su hija, desde que había salido de trabajar, había estado de copas con sus compañeros de trabajo, había regresado a casa para cenar, con los excesos propios del último día del año. Se había dado una ducha rápida y acicalándose para la fiesta de esa noche, había salido rápidamente de casa pues ya llegaba tarde a donde había quedado con los amigos. La mala cabeza, la inconsciencia, hizo que cogiese su coche en unas condiciones que no debía hacerlo. En el caso de José la mala suerte lo cruzó en el camino de Marta, cuando él era un chico que no bebía nada más que refrescos. Que no tenía ni tan siquiera carnet de conducir pues acababa de cumplir los dieciocho años y que había quedado con unos amigos. Las imprudencias se pagan, muy caras en la mayoría de las ocasiones, unas con la vida propia y otras segando la vida de algún inocente y como en este caso verte privado de libertad de cuerpo y alma para el resto de tus días, pues verte atado a una silla de ruedas de por vida y además saber que has matado a un ser humano, inocente que nada tenía que ver con las circunstancias que tú misma había propiciado. PILAR MORENO 1-1-2014

AGRADECIMIENTOS

Las cosas que nunca pedí, pero que están a mí alrededor. Por un idioma propio y universal. Por los aromas, sonidos y colores. La obra del hombre y el poder de Dios. El equilibrio justo de los cinco sentidos. La armonía natural de los cuatro elementos. El aroma de los colores. La textura de la vida. El monte el árbol y yo. El perfume de la noche. La luz sobre el olvido. La música del atardecer. Los mensajes ocultos. El llanto de la niebla. La sangre de la tierra. Los espíritus del cielo. Los contrastes. El hermoso amanecer de hoy. PILAR MORENO – (Arreglo)

EL INFORTUNADO ÁLVARO

El mar enfurecido estrellaba sus olas de blanca espuma contra la barandilla del paseo marítimo bordeando aquella preciosa playa. Rugía cual león acosado, era una tremenda fiera deseando dar cuenta de su presa. Nadie debía acercarse a él pues lo engulliría como la ballena hizo con Jonás. Allí estaba amenazante, sabiéndose poderoso, dando miedo y al mismo tiempo sintiéndose admirado, bello cual ninguno. Esa mañana, Álvaro había salido con su tabla de surf, con la intención de hacer práctica de su deporte favorito. Era imposible, ni tan siquiera se podía arrimar a la orilla, era una temeridad. Sabía que si lo intentaba, lo más seguro es que no volviesen a encontrarlo jamás, su mar se lo tragaría. No estaba dispuesto a morir y retrocedió hacia su casa para dejar los trastos y cambiarse. Una vez lo hizo, salió hacia el viejo barrio para tomar unos chiquitos con sus amigos y unos pinchos, era lo más típico de zona. Eran las vacaciones de Navidad. Al pasar por el puerto, se quedó un rato parado mirando como toda la flota pesquera estaba amarrada debido al temporal. Decidió entonces dar una vuelta alrededor del mismo y deleitarse viendo los barcos y oliendo como solo en ese puerto olía. En todos los puertos pesqueros, realmente a lo que huele es a pescado un olor fuerte, pero el olor de ese puerto era especial para Álvaro, no tenía comparación con ningún otro. Estaba ensimismado, de pronto, sintió como unas manos le asían por cada brazo y sin mediar palabra, lo introducían en un coche. Una vez dentro de él, se dieron mucha prisa en vendarle los ojos. - ¿Qué hacéis? ¿Qué broma es esta? vamos decirme quienes sois, no os he visto nunca.- -No hagas preguntas muchacho, no te conviene, más vale que estés calladito- Lo condujeron durante un buen rato a no sabía dónde. El tiempo pasaba y los amigos empezaron a preguntarse por qué la tardanza de Álvaro, había sido él, quien los había citado para pasar un rato antes de comer, ya que no había podido surfear, debido a la situación del mar. Lo comenzaron a llamar al teléfono móvil y no respondía, llamaron a su casa y la muchacha les dijo que el señorito Álvaro hacía mucho tiempo que había salido de casa. Era inútil, por más tiempo que pasaba él seguía sin dar señales por ningún sitio. Cuando los padres de Álvaro llegaron a casa a la hora de comer, la sirvienta les indicó lo que había pasado y lo inquietos que estaban los amigos del señorito. Era muy extraño que se retrasase a la hora de comer y si los amigos estaban inquietos, algo debía haberlo pasado. Doña Antonia la madre, preguntó a la sirvienta toda clase de detalles, a ver si ha tenido un accidente surfeando. “No señora el señorito Álvaro volvió a dejar la tabla y el traje en su cuarto y salió vestido de sport, ya se lo expliqué a sus amigos cuando llamaron. Puede usted verlo pues lo he recogido todo”. Seguía sin aparecer y realmente toda la familia se estaba poniendo muy nerviosa. El padre de Álvaro, don Augusto, era un empresario, tenía una fábrica de estufas en las afueras de Donostia. El negocio marchaba bien, les permitía vivir desahogadamente, trabajaban con él su esposa y los dos hijos mayores. Julián y Fernando. Álvaro era el más pequeño de los tres y había querido estudiar económicas y cuando terminase, trabajar junto a su familia en la fábrica. Se permitían tener servicio en casa, buenos coches, pero en el fondo era una familia sencilla que vivía de su trabajo. El tiempo pasaba y nada se sabía de Álvaro, los amigos seguían llamando, se dio aviso a toda la familia y nadie lograba explicarse que podía haber pasado. A las seis de la tarde, sin poder esperar más, llamaron a la policía. Enseguida se presentaron en el domicilio y comenzaron las pesquisas. ¿Qué edad tiene el muchacho? -22 años Sus características físicas -1.90 de estatura, pelo castaño claro, bien parecido de cara, sin cicatrices- ¿Cómo va vestido? -camisa azul claro, suéter rojo, pantalón color beige claro de pana, zapatos náuticos marrones-. ¿Donde había quedado con sus amigos? -En el bar Patxi, junto al puerto.- ¿Quiénes son sus amigos? -Los de siempre, Aitor, Igor, Alejandro- ¿Son amigos desde hace mucho tiempo? -Desde que iban a la escuela primaria- Mientras los agentes iban haciendo preguntas y más preguntas, la familia cada vez se iba poniendo más nerviosa. No sabían qué hacer. La policía, lo primero que hizo fue pinchar los teléfonos de la casa y de la fábrica pues habían llegado a la conclusión de que sin duda era un secuestro. Lo más seguro es que los secuestradores llamasen para pedir un rescate. Don Augusto entonces les comunicó que hacía ya bastante tiempo, habían pasado por la fábrica unos individuos, embozados hasta las orejas y le habían pedido una cantidad de dinero para colaborar con la causa. Don Augusto, los mandó a paseo y por supuesto que no les dio nada, trataron de convencerlo pero él hizo oídos sordos y los despidió con cajas destempladas, a la salida, le dijeron que volvería a tener noticias de ellos, pero de eso hacía más de un año. Hemos de ratificarnos en la conclusión de que ETA está detrás de la desaparición de su hijo. La madre ahí perdió los nervios por completo, llorando amargamente, de pronto sufrió un desvanecimiento y tuvieron que llamar a un médico para que le administrase unos calmantes, sufría una crisis de ansiedad. No podía ser, su niño, su Alvarito, había sido secuestrado, él que era un alma inocente, no tenía culpa de nada, porque a él. Ellos no eran políticos, señor, señor, ¡qué injusticia tan grande! ¿Qué le harían esos salvajes? La pobre mujer estaba tan confundida que en muchas ocasiones nos sabía ni lo que decía. El tiempo iba pasando y no había ninguna noticia, ninguna llamada, nada de nada. Era terrible no tener noticias del hijo y del hermano, toda la familia como una piña reunida en la casa paterna, no podían ni descansar, estaban tan atribulados que les parecía estar viviendo un sueño, una película de ciencia ficción. Álvaro era muy querido por sus amigos y ellos también estaban destrozados con la noticia y por su cuenta, decidieron hacer batidas por el monte y por cualquier sitio que ellos creían que podrían encontrarlo, aunque de sobra sabían que era una ardua tarea. Se juntaron los amigos de siempre e incluso se agregaron al grupo compañeros de la facultad. Sabían, que si realmente y como presentía la policía había sido ETA, era mucho más difícil, pues tenían muchos zulos, demasiados escondrijos y pisos a donde haber podido llevarlo y que si alguien había visto algo extraño, no sería fácil que los denunciasen pues sabían de sobra lo que eso conllevaba. Pero no se resignaban, había que buscarle por donde fuese, querían dar con él cuanto antes evitando así su sufrimiento y el de todos sus seres queridos. Había pasado casi un mes de la desaparición de Álvaro, cuando una mañana sonó el teléfono de la casa. Al contestar Don Augusto, su interlocutor le comunicó que en efecto, eran ellos, quienes habían secuestrado a su hijo. Ya le habían advertido en la visita a su fábrica de que tendría noticias de ellos y ahora ya estaban en contacto. Si quería volver a ver a su hijo con vida, habría de entregarles en efectivo y en billetes de 500€ la nada depreciable cantidad de 1.000.000€. La entrega debería hacerla él solo. Debería ir al Hotel María Cristina y pedir la llave de la habitación 666, una vez hubiese subido a ella, metería debajo de la cama con mucho cuidado el maletín donde llevaría el dinero y salir muy despacio cerrando la puerta y volviendo a dejar la llave en recepción. Don Augusto, muy angustiado le dijo a la voz que le hablaba que él no disponía de esa cantidad de dinero y que no creía que pudiese reunirla en mucho tiempo. Pues usted verá, en ello va la vida de su hijo. Tiene 48 horas justas para hacer la entrega, si dentro de ese plazo no ha ido usted al hotel, dispondremos de su hijo. ¡Dios bendito! ¿Cómo iba él a poder hacerse con ese dinero? Ni vendiendo la fábrica, todas sus posesiones. No podría juntarlo y en tan poco tiempo. Están locos y nos van a volver a los demás. Abatidos por la premura con que había que conseguir el dinero iban de un lado para otro, sin saber que hacer ni a donde recurrir. Apenados pensando en lo que le podrían hacer a Álvaro si no pagaba. El tiempo no paraba, corría mucho más deprisa de lo normal. De pronto apareció el inspector Tellería, el cual era uno de los policías más introducidos en el tema de ETA y le dio a Don Augusto una solución rápida, la cual no dejaba de entrañar peligro pues esa gente eran muy astutos y era posible que se diesen cuenta del engaño. Le entregó la cantidad exigida por los secuestradores, tal y como lo habían pedido en billetes de 500€ y el maletín para transportarlos. Dentro habían metido un micro chip, tan diminuto como un grano de arena, en el cual se iban a grabar todos los movimientos de los individuos que lo recogiesen así como las conversaciones, además el dinero era falso. Era de una buena fabricación que la policía había mandado hacer precisamente para estos casos. Don Augusto aceptó pues lo primero era salvar a su hijo. Con mucho miedo y sin que aparentemente nadie lo siguiese, fue a la cita en el Hotel María Cristina. Pidió en el mostrador la llave de la citada habitación 666 y se dirigió hacia ella con paso lento y cansino. Estaba a punto de derrumbarse, pero no se lo podía permitir, tenía que hacerlo por Álvaro, era mucho lo que se estaba jugando. Siguió todos los pasos que le habían indicado. Entró en la habitación, muy despacio, dejó la puerta entreabierta, colocó con sumo cuidado el maletín bajo la primera cama. Una vez concluida la operación, volvió tras sus pasos, saliendo de la misma cerrando la puerta. Antes de que se hubiese cerrado del todo oyó una voz que decía “si todo está bien, tendrá noticias nuestras”. Eso quería decir que allí dentro estaban los secuestradores. Que habían visto como introducía el maletín bajo la cama. ¿Ahora qué pasaría? Menos mal, que no le había acompañado nadie o al menos eso era lo que él creía. Había pasado mucho miedo mientras hacía la entrega y durante el trayecto de ida y vuelta. Por orden del inspector Telleria había ido él solo, no había permitido que fuese ninguno de sus hijos con él. Esas habían sido las instrucciones y cuanto más se atuviesen a ellas mejor sería para Álvaro, había más posibilidades de que no desconfiasen y lo soltasen cuanto antes. Cuando Don Augusto llegó a su casa, estaba extenuado, le dolía mucho la cabeza y sentía una gran opresión en el pecho. Antes de que pudiese decir nada, cayó desplomado sobre un sillón del salón. Llamaron de inmediato una ambulancia, al pobre hombre le había dado un infarto. Fue ingresado en La Residencia y allí lo trataron hasta que consiguieron estabilizarle, lo cual no fue nada fácil pues era demasiada presión la aquel hombre tenía encima. Doña Antonia seguía sedada, era normal con todo lo que estaba pasando, la chica de servicio no se separaba de ella, la atendía con gran cariño, ella también estaba muy afectada. Pasaban los días y seguían sin recibir noticias de Álvaro, todos esperaban que al hacer la entrega del dinero le soltasen sin demora, pero no fue así. Una mañana, tocaron a la puerta y cuando la muchacha salió a abrir había un mensajero con un pequeño paquete a nombre de Don Augusto, firmó y el hombre se marchó. Cuando Julián el hijo mayor llegó a casa, Mariana, la chica de servicio, le entregó el paquete ya que su papá estaba en el hospital. Volvieron a llamar a la puerta y esta vez era el inspector Tellería, se dirigió al despacho donde se encontraba Julián, por indicación de la sirvienta. Una vez juntos, abrieron el paquete, ¡oh Dios! que sorpresa tan desagradable. Dentro había un dedo del pie de Álvaro junto con una nota que decía “Este es el primer trozo que recibís” si creéis que nos habéis engañado, los únicos perjudicados sois vosotros y por supuesto vuestro hijo. Volveréis a saber de nosotros. Aquello era la peor pesadilla que nadie pudiese tener en su vida. Casi tres meses de la desaparición de Álvaro y sin noticias, cada minuto, cada segundo era un martirio para la familia, cualquier ruido o llamada de teléfono, un sobresalto. Doña Antonia, aunque iba dejando poco a poco la medicación, no la podía abandonar del todo, era como si hubiese muerto en vida. Don Augusto, había salido del hospital, pero no levantaba cabeza. Los hijos, Julián y Fernando habían tenido que hacerse cargo en su totalidad del negocio, los padres no eran capaces en esos momentos de atender nada que no fuese su recuperación. Esta era lenta, pero como Don Augusto decía, hay que seguir para delante, al menos hasta que volvamos a tener a Álvaro con nosotros. Pasaban los días y pesaban como losas sobre sus cabezas, si uno pesaba, el siguiente pesaba más. El inspector Tellería, seguía llegándose a la casa a diario y él tampoco les podía dar noticias nuevas. Una mañana, nada más entrar el inspector, sonó el teléfono. Lo tomó la sirvienta y quien estaba al otro lado preguntó por Don Augusto, éste rápidamente lo tomó con voz temblorosa. -¿Quién habla? -Aprovechando que tiene usted al inspector Tellería a su lado, puede decirle que seguimos manteniendo el firme propósito de que nos entregue el dinero que le habíamos solicitado. Esta vez será dinero de curso legal. Piénselo bien, esta vez el trozo que enviaremos de su hijo será más grande, hasta que se lo devolvamos mutilado del todo y muerto. Le comunicaremos en breve, el lugar de la entrega, repito sin trampas.- Estaba claro que sabían todos los movimientos que hacían, estaban vigilados. ¡Dios mío! ¿Qué podemos hacer? ¿De dónde sacamos el dinero? ¿Usted qué opina inspector? usted está acostumbrado a esto, pero nosotros. No se me ocurre nada, esto es ciertamente muy complicado y por otro lado está en juego la vida de su hijo. Si ustedes no tienen ese dinero en efectivo, no queda nada más que esperar, pero el tiempo corre en contra. Solo se me ocurre, quedó pensando unos momentos, que pida usted un préstamo al banco, poniendo como garantía su fábrica, esa sería la única forma de que se lo diesen. Llegada la noche, Don Augusto y su esposa, juntaron a sus hijos y esposas y les expusieron la solución que había dado el inspector Tellería. Estos aunque no estaban de acuerdo pues era el sustento de toda la familia, por otro lado podía ser la salvación de Álvaro. Tal como estaban los negocios, si luego no podían hacer frente a los pagos del préstamo, se quedarían todos en la ruina. Por unanimidad, decidieron que lo más importante era recuperar a Álvaro, lo demás se iría viendo con el tiempo. Por la mañana bien temprano, se dirigieron los padres e hijos al Banco de Santander para tratar de hacer la operación. Debían ir todos pues todos eran accionistas de la empresa y se necesitaba la firma del conjunto. Lo consiguieron, no sin dificultades y pagando un excesivo interés como es lógico. Ya tenían lo más importante, el dinero, ahora habría que volver a esperar noticias de los secuestradores. Pasaron tres días y el teléfono volvió a sonar. Esta vez fue Julián el que contestó. Debido a la igualdad del tono de voz con la del padre, le dieron las instrucciones pertinentes. -Deberá usted personalmente y absolutamente solo, ir al Monte Igueldo, concretamente al parque de atracciones. Deberá llevar el dinero, en billetes de 500€, metido en una bolsa de deportes azul con rayas rojas, de tamaño mediano. Se montará en el carrusel sobre el caballo blanco con pintas negras. Colgará la bolsa en la oreja derecha del caballo y en el momento en que pare la atracción, se bajará de inmediato si volver la cabeza para atrás. Lo hará mañana a las 3 de la tarde. Recuerde debe de ir solo.- Nada más levantarse, D. Augusto y su hijo Julián, se fueron a comprar la bolsa de deportes y a continuación al banco a sacar de la caja de seguridad el dinero que en ella habían depositado. Estaban ansiosos de hacer la entrega para ver si conseguían que Álvaro fuese devuelto cuanto antes a su familia. Don Augusto, muy decaído y con pocas fuerzas, fue hacia el Monte Igueldo acompañado por su hijo Julián, pero desde luego no se acercó ni un momento hacía la atracción que los secuestradores le habían indicado. El padre, con la bolsa de dinero en la mano bien asida, llegó hasta el carrusel e hizo todo cuanto les habían exigido. Cuando aquel cacharro se paró Don Augusto, no sin dificultad, se apeó y fue caminando lentamente hasta donde se encontraba su hijo esperándole. Volvieron a casa cargados de ilusiones y esperanzas, aún sabiendo que les habían dado a los secuestradores el esfuerzo de toda su vida y muy probablemente una ruina segura. Transcurrían las horas, los días y seguían sin saber nada de Álvaro, aquella situación se estaba convirtiendo en un autentico infierno. A los veinte días, llamarón a la puerta del domicilio familiar y otra vez era un mensajero, portaba un paquete más grande que el de la vez anterior, muy bien precintado. Esta vez fue Fernando el que recibió la entrega. Nada más cerrar la puerta al mensajero, apareció el inspector Tellería. Se dirigieron Fernando y él al despacho del padre y allí abrieron el paquete. Fernando dio un salto junto con un grito espantoso, al escucharle, acudieron los padres y la muchacha de servicio y allí estaba la prueba más espantosa. Una mano de Álvaro, no había duda de que era de él, llevaba el anillo que le habían regalado sus padres. ¿Qué había pasado? ¿Cómo era posible? ellos habían pagado, su hijo, su hermano, estaba siendo despedazado y ellos ya no tenían la posibilidad de conseguir más dinero, se habían despojado de lo que les mantenía a todos. ¿Y ahora qué?, nadie podía explicarse lo que había sucedido. El inspector Tellería, estaba muy tranquilo, solo decía, ya habrá más noticias, no desesperemos. Pero como no desesperar, la próxima pieza que les entregasen cual sería. A los pocos días, los secuestradores volvieron a telefonear. -Verán que no amenazamos en broma, que les ha parecido la mano de su hijo. Basta ya de jueguecitos, no nos gustan las bolsas llenas de papeles. Preparen lo convenido o lo siguiente será mucho peor.- ¿Qué había pasado? ellos habían metido todo el dinero en la bolsa, no era posible que solo hubiese papeles como decían los secuestradores. Fernando, tremendamente inquieto y sin mediar palabra, se fue a la policía, contó todo lo sucedido. Allí sabían que el inspector Tellería era quien llevaba el caso y que estaba haciendo todo lo posible por averiguar cualquier detalle. Si el inspector Tellería estaba siempre merodeando por su casa y casualmente nada más hacer las dos entregas el mensajero, él había aparecido de inmediato, sin aportar nada nuevo y no dándose por sorprendido de lo que contenían los paquetes. Aquello a Fernando se le hacía extraño, no le cuadraban muchas cosas de las que estaba observando y así se lo comunicó al jefe de la policía. Este inspector, sabe casi cuando van a llamar los secuestradores, no deja de merodear todo lo que hacemos, los pasos que damos, incluso fue él quien sugirió que pidiésemos el dinero al banco para pagar el secuestro. El jefe de la policía, observó y tomó nota de todo lo que Fernando decía. Efectivamente era raro lo que estaba sucediendo. ETA normalmente no actuaba así, tenían otros modos operandi. ¿Qué estaría sucediendo? ¿Habría otra organización y se hacían pasar por ETA? Fue entonces cuando hubo un total despliegue policial, el domicilio fue rodeado de día y de noche, tanto en la calle como dentro de él. Hacían relevos cada ocho horas y a partir de entonces, el inspector Tellería, acudía de tarde en tarde, ya no estaba dando la vara de continuo y por supuesto que los secuestradores seguían sin llamar. Había pasado casi un año y del pobre Álvaro nada se sabía, solo el sufrimiento que su familia tenía. La policía seguía en la casa y aquello se había convertido en un cuartel general en lugar de una vivienda tranquila como había sido toda la vida. Un día a las cuatro de la madrugada, tocaron al timbre de la puerta, los guardias, seguidos por el padre y los hermanos de Álvaro se apresuraron a abrir. Por fin, ¡Dios mío! eres tú gritó el padre. Hijo, hijo mío, ¿qué te han hecho? era en efecto Álvaro, muy demacrado, muy delgado y muy maltratado, andando con dificultad y con un muñón en la mano derecha, el cual se veía que había sido infectado y curado de mala manera. Rápidamente, los hermanos acompañados por la policía, se apresuraron a llevarlo al hospital para que lo atendiesen en las debidas condiciones. Pasados unos días y cuando Álvaro se sintió con fuerzas para contar todo lo que le había sucedido, explicó que el dedo del pie se lo amputaron con unas tijeras de podar árboles y la mano se la serranos con una radial. Tuvo unos dolores espantosos y solamente le habían dado alguna aspirina y curándole malamente las heridas. El sentía que se le podían gangrenar y morir sin volver a ver a su familia. Álvaro tuvo que someterse a muchas interrogaciones policiales, el caso seguía abierto. ETA, nunca reivindicó su secuestro y había que esclarecer lo sucedido. Lo único cierto era que el inspector Tellería, se iba apartando del caso, casi de puntillas, eran sus superiores y compañeros los que ahora estaban centrados en el asunto. Le enseñaban fotos y fotos para que tratase de reconocer a alguno de sus secuestradores, pero nada, bien es verdad que cuando se acercaban a él para darle la poca comida que le daban y cuando le hicieron las amputaciones, iban tapados totalmente, solo se les veían los ojos y hablar, hablaban lo justo, casi con monosílabos y no todas las veces era el mismo quien se acercaba a él, incluso alguna mujer estaba involucrada en el asunto. La policía no hablaba nada, solo estudiaba un día y otro. Pasó bastante tiempo antes de llegar a una clara conclusión. El inspector jefe, se personó un día en casa de Álvaro para dar explicaciones de lo que creían haber averiguado. -El inspector Tellería, era uno de los mejores agentes con que contaba la policía en esos momentos, era un hombre que había resuelto satisfactoriamente muchos casos de secuestro pero, había algo que últimamente venían observando- (Era un padre de familia como tantos otros, pero al que le gustaba vivir bien, es decir, por encima del sueldo que como inspector obtenía. Sabían que se habían endeudado varias veces, aunque había podido resolver sus problemas. Ahora, había comprado un chalet, un coche de alta gama para él y otro para su esposa, cosas que desde luego se escapaban de su bolsillo.) Andaban tras sus pasos pero les era imposible saber exactamente con lo que andaba. Sabían que se reunía cuando terminaba su servicio según qué días, con unos hombres en un bar de pinchos en el puerto, justo el bar en donde Álvaro tomaba el aperitivo con sus compañeros, nadie conocía a esos hombres pero, siempre se sentaban en una mesa al fondo del local, donde era muy difícil escuchar lo que hablaban. Unos hombres de aspecto dudoso que podían pasar fácilmente por confidentes y eso era cosa que entre policías era casi normal, sobre todo en los temas que él llevaba. Era muy importante tener a alguien que pueda informarte de ciertas cosas para tú poder efectuar tu trabajo y no ser reconocido, ir a tiro hecho, cuando la presa estuviese en la jaula. Álvaro y sus amigos también los habían visto alguna vez pero nunca repararon en ellos como algo extraño. Pues bien, el inspector y sus hombres, si se habían fijado en ellos, los habían estudiado y habían tomado sus propias decisiones. El inspector Tellería, fue quien preparó todo el secuestro, lo llevaron a los bajos de su chalet y allí fue donde lo tuvieron todo el tiempo. Incluso su esposa era la que alguna vez lo bajaba la comida. En el garaje, había un cuartucho como de trastero, justo al lado había un pequeño aseo, en el cual hicieron las amputaciones, sin higiene alguna. El por otro lado nunca había salido de allí y sabía que era el garaje por el ruido de los vehículos. Siempre le tuvieron con una luz de emergencia, simplemente para cuando iba al aseo, nada más podía ver. Tellería había propuesto el secuestro a los individuos con los que se reunía y así poder sacar el dinero para pagar sus deudas. Fue arrestado y puesto a disposición judicial. No tuvieron compasión ni con él ni con su familia, así como con los secuaces que lo acompañaron, como ellos no la tuvieron con el pobre Álvaro. Una persona inocente que pagó la avaricia de cuatro individuos sin escrúpulos. Fueron castigados con arreglo a la ley, lo que es de suponer que el castigo no duraría mucho tiempo, dadas las circunstancias del país. Álvaro en cambio, llevó a cuestas toda su vida la falta de sus miembros y una sensación de angustia por todo lo que le había pasado y se hizo un viejo mucho antes de lo que le correspondía. Para él sí que fue un castigo el vivir con esa carga. (Es decir, como tantas veces, el inocente es el verdadero reo de la situación). PILAR MORENO