jueves, 1 de marzo de 2018

COMO VA A PODER EXISTIR UN RÍO SIN CORRIENTE?




          Esa pregunta me llevo haciendo yo mucho tiempo ¿cómo va a existir un rio sin corriente? Puede que sea un río de moda, de arte o de cualquier otra cosa a la que llamen corriente, pero lo que entendemos por un río, jamás puede estar sin corriente.
          Los hay que pueden estar secos por completo, como puede ser el arroyo de la Póveda que pasa por nuestra ciudad, el cual siempre está seco, atraviesa el centro de Villalba y en su cauce solo se ven basuras, desperdicios y por agua parece que los vecinos arrojasen a él el agua de fregar el suelo, sucia y negruzca. Pero… caramba, yo lo he visto desbordarse y meterse en la casa de la Venta y tener que acudir los bomberos para achicar el agua que en la misma se había metido.
          Otro ejemplo es el Manzanares, el río de Madrid, nace en la Pedriza, concretamente en el Ventisquero de la Condesa y en su nacimiento su caudal es tímido, fino, sobre todo si es un año no haya llovido como este en el que nos encontramos, pero cuando llega la primavera y comienza el deshielo, fluye en pequeñas cascadas deslizándose por las piedras que forman su cauce. Se detiene en algunas pozas que las piedras han formado, pero se escapa rápidamente por laterales o pequeñas oquedades para seguir su curso hacia su destino. En su caminar, hace suaves las piedras cubiertas de musgo y entre las cuales se esconden cantidad de truchas y pececillos, que hacen las delicias de los pescadores. A medida que va ganando terreno, se va haciendo más importante y más caudaloso, atraviesa la capital y acaba desembocando en el río Jarama en la población de Rivas Vaciamadrid.
          También hablaré del rio Guadarrama que atraviesa nuestra población, un río que nace en el Pico Siete de la Sierra de Guadarrama, a una altura de 1.900 metros. Desemboca en el río Tajo en Toledo. Este río le conozco bien, he vivido muchos años a pocos metros de una de sus orillas, al principio era un río en el que se practicaba bastante la pesca, entonces comestible, corría con fluidez. Luego con el cambio climático hay épocas en las que su caudal es liviano y otras cuando menos lo esperas se desborda, se enfada y hace de las suyas. Al principio de la calle en la que yo vivía, se salía de su cauce y entraba en las casas que había cerca de él y también le he conocido hace muchos años haber rebosado por encima del Puente del Herreño y haber tenido que cotar la carretera. Sin embargo, la mayoría de las veces parecía que era una balsa estable, sin apreciarse cualquier movimiento.
          También se que existe algún riachuelo que corre con gran timidez y termina su curso en un hermoso lago en el cual no se aprecia ningún movimiento de corriente, tampoco se sabe si esa agua que el lago recibe se vacía por algún sitio, no existe salida alguna superficial, este tipo de lago se le llama Atitlán. A ese tipo de cuencas se le conoce con el nombre de Endorreica.

                              PILAR MORENO  24 febrero 2018


         



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